Miami.- El colorido, la fascinación por los detalles, proyectos que deambulan entre las tradiciones y la tecnología, reflexiones que muestran un estar a su tiempo en el XXI, sin perder el lirismo y los sentimientos, son aspectos que vienen de la mano con las propuestas que acercaron en esta 17ma. edición de la Feria Art Basel, los representantes de Latinoamérica, que llegan en las más disímiles galerías, no solo de sus países respectivos, sino del mundo presentes aquí.
En el recorrido son muchas las aristas que atrapan al espectador de las obras representadas, porque hay siempre dentro de ellas sorpresas, análisis, puntos de vistas y hasta misterios/historias/hechos que se nos develan por arte de Feria. En la galería Parque Ciudad México se focaliza un artista de origen ecuatoriano que regala una interesante colección que a simple vista muestra la cerámica tradicional que podemos encontrar, pero de tiempo atrás. Pero al mirar sus creaciones y el contexto de la muestra se observan estantes con restos de cerámicas, piedras..., y en otras se entremezclan las cerámicas con instrumentos tecnológicos que evidencian investigación, análisis, pensamientos...
Les presento a Oscar Santillán (Ecuador, 1980) creador visual que vive entre Holanda y Ecuador realiza aquí una suerte de experimentación relacionada con la primera expedición internacional científica de astrónomos mexicanos que fueron a Japón en 1874 para ver y estudia el planeta Venus desde allí...
En sus sueños y experimentaciones, el artista hace una investigación exhaustiva de todo aquello visto por la superficie de Venus y recrea aquí en la Tierra, en el pequeño espacio del stand, sus anhelos, memorias, inquietudes artísticas volcadas en la interesante temática.
Nos rodean disímiles artefactos, vasijas y objetos de las culturas indígenas y también otro lugar en una suerte de stand donde hay restos de ¿piedras de otros planetas? Que no son más que fragmentos de estas cerámicas que él posa allí para hacer un símil, para invocar lo encontrado y visto en la superficie de Venus, y hay un solo nicho vacío... la piedra que correspondería allí está realizada en un dibujo, tiene la forma de aquella que debiera ocupar el lugar de la realidad, pero en otra dimensión artística, creada por sus sabias manos de este otro lado.
El creador que recibió el MFA en escultura en la Universidad de Virginia del Commonwealth y con residencias en otros importantes altos centros de estudios en Holanda, Estados Unidos y Ecuador, entrega sus conocimientos/sentimientos en cada obra, regando memorias, estudios, inquietudes, anhelos y sueños, para motivar nuestra mente y hacernos partícipes de estas arqueologías mentales, fantásticas, únicas que los grandes artistas nos legan para disfrutar, soñar y viajar por el espacio, el tiempo y las memorias.
Cada uno, al pasar por las obras, puede motivarse a recorrer las estancias más intrincadas de la mente y el arte, para vivir en esta dimensión que nos regalan las ferias, exposiciones, encuentros con los mil y un creadores que nos acercan esas maravillas creadas con sus manos en ese lugar remoto, desconocido y mágico de su inspiración creadora.
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