La Oficina Santiago Álvarez, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfico (Icaic) y el Ministerio de Cultura de Cuba acaban de presentar en la Fábrica de Arte Cubano el Proyecto Centenario «Cine para no olvidar: 100 años de Santiago Álvarez», dedicado a homenajear a uno de los documentalistas latinoamericanos más grandes del siglo XX, quien, «con una singular manera de vincular periodismo y cine, propuso una estética renovadora y audaz en sintonía con las transformaciones de su tiempo y capaz de trascender al nuestro. Se inscribe dentro de los objetivos proclamados por la Unesco en defensa de la humanidad, referidos a la promoción de la diversidad cultural y el diálogo de civilizaciones».
Santiago Álvarez (8 de marzo de 1919-20 de mayo de 1998) es una de las figuras cimeras de la cinematografía cubana, latinoamericana y mundial. En 1965 filmó un documental —Now— que lo catapultó en el reconocimiento de crítica de público y que aún hoy es estudiado en cuanto instituto de cine existe en el mundo como claro antecedente del lenguaje empleado hoy en el video clip. Revolucionó el empleo del montaje y del uso de la banda sonora. La Unesco ha reconocido recientemente todo el trabajo que durante años realizó para legarnos en memoria fílmica, mediante el Noticiero Icaic Latinoamericano, más de setecientos filmes que constituyen un documento inestimable de la época de transformaciones revolucionarias que le tocó vivir.
Además de Now, filmó otros documentales que, cada uno por sí mismo, podría formar parte de cualquier antología de lo mejor de la cinematografía cubana y mundial filmado en la segunda década del siglo XX, como Segunda Declaración de La Habana (1966), Cerro Pelado (1966), Hanoi, martes 13 (1967), Hasta la victoria siempre (1967), L.B.J. (1968), 79 primaveras (1969), ¿Cómo, por qué y para qué se asesina un general? (1971), El tigre saltó y mató… pero… morirá…morirá…!!! (1973), Y el cielo fue tomado por asalto (1973) y Mi hermano Fidel (1977).
Dos antecedentes importantes de las actividades que hasta el próximo año se realizarán como homenaje al importante cineasta cubano han sido la realización en Santiago de Cuba del Festival Santiago Álvarez in Memoriam y la creación de la Cátedra Honorífica de Periodismo Cinematográfico del Icaic y la Universidad de La Habana.
«Espacio por excelencia del cine documental en Cuba —explica el dossier entregado a la prensa—, el Festival socializa la propuesta ideoestética del cineasta y otros importantes realizadores, al tiempo que intercambia con lo mejor del cine documental en el mundo. Como línea fundamental para la aprehensión y trascendencia de la obra, se enfoca en las nuevas generaciones y la participación de jóvenes especialistas. Estimula además la discusión de diferentes temáticas nacionales e internacionales al desarrollar encuentros teóricos, de artes plásticas, fotografía y música, dirigidos principalmente a fomentar conocimientos desde y para el pueblo. Renueva el cine como experiencia y acceso a la cultura mundial desde las comunidades».
Por su parte, «la Cátedra Honorífica de Periodismo Cinematográfico Santiago Álvarez, fundada el 11 de noviembre del año 2012, entre el Departamento de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y la Oficina Santiago Álvarez del Icaic, cumple un importante papel en estos propósitos con los estudiantes y profesionales más jóvenes».
En la presentación del proyecto Centenario fueron reconocidos tres colaboradores cercanos del trabajo de la Oficina Santiago Álvarez: Arnulfo Romero, diseñador gráfico; Raciel Feria, artista de la plástica; y la Maestra Alina Orraca, directora de la Schola Cantorum Coralina. Se conoció además que la próxima edición del Festival Santiago Álvarez in Memoriam rendirá homenaje a Eusebio Leal Spengler, Leo Brouwer, Víctor Casaus, Rodulfo Vaillant e Ismael Perdomo.
Lázara Herrera, viuda de Santiago Álvarez y directora de la Oficina que le honra, tuvo palabras de agradecimiento hacia Iván Nápoles —«la otra mitad de Santiago»— y todos los que han hecho y harán posible el homenaje que se le dedicará al gran intelectual cubano en su centenario. «Lo que Santiago sembró no cayó en campo muerto —dijo finalmente—. El hecho de que él no esté presente no quiere decir que su obra va a desaparecer».
