Por Yunier Riquenes
No hubo platanal de Bartolo como estaba anunciado. Pero el campo de Cuba tomó su lugar. La llanura del Camagüey entró a Santiago para celebrar la Fiesta del Caribe dedicada a Puerto Rico en la casa matriz.
Pusieron a gozar al mediodía Raíces soneras, de Las Tunas. Y el Camagüey presentó a Vaqueros de Blanquizal, del municipio de Guáimaro. Tienen 78 años de creados. Es un grupo portador que ha recibido el Premio Memoria Viva y el Premio Nacional de Cultura Comunitaria.
Se sumó Aniexis Campos, de Cascorro, una muchacha que canta de todo, pero ahora cantaba una de las rancheras más famosas.
Después llegó la tierra del Guaso y se prendió el changui. No hubo quien dejara de bailar. Yunier, con 11 años conoce todo el repertorio con el tres. Es hijo de uno de los músicos de Diógenes y su changui. Y ya el changui está en las venas.
No hubo Platanal, pero se bailó y se gozó.
Cuba... cuántas cosas tuyas y lindas... y estas del campo cubano.
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