Por Yunier Riquenes
Ya están Puerto Rico y su cultura en las calurosas calles de Santiago de Cuba. Desde que quedara abierto este martes el XXXVIII Festival del Caribe, la ciudad ha comenzado a percibir la fuerza de un pueblo que no se ha dejado arrebatar su identidad.
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Desde que abriera la víspera oficialmente su Casa dentro de la Fiesta del Fuego, en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), la delegación de Puerto Rico ha convertido el especio en una verdadera vitrina donde se puede apreciar lo más preciado de su cultura, desde diferentes aristas. Y es que lo mismo se pueden escuchar su música o disfrutar sus danzas, que apreciar sus artesanías o degustar sus platos típicos.
Para el venidero día 6 está anunciada la gala de la isla hermana en el Teatro Heredia, pero antes de que llegue ese esperado momento, en la noche de este miércoles se tendrá un avance, cuando se presente el disco Tributo a Rafael Hernández, del septeto santiaguero Ecos del Tivolí y donde aparecen como invitadas varias figuras que están presentes en esta edición de la Fiesta del Fuego.
La primera gran participación de la delegación puertorriqueña se hizo sentir en el patio de la Casa del Caribe, donde el pasado martes en la noche se les dio la mejor de las bienvenidas a los participantes, por medio de la más auténtica cultura popular tradicional. También la alegría se multiplicó por doquier cuando los de Puerto Rico pusieron a mover a la gente con los 15 años de Tamboyé.
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