La calidad y la diversidad geográfica son las dos principales características de esta selección que reúne a directores como Lúcia Murat, Ryuichi Hiroki, Anup Singh o Huang Hsin-yao.
La Sección Oficial del Festival Internacional Cines del Sur está compuesta por 10 películas que traen a Granada lo mejor del cine de autor de Taiwán, Irán, México, India, Filipinas, Túnez, Japón, Brasil, Argelia y Argentina. Se trata de títulos de muy diversos estilos y temáticas que narran historias que aún no se han visto en ningún certamen en España, pero que ya han recorrido festivales como la Berlinale, Toronto, Taipei, Guadalajara y Locarno, entre otros.
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Es uno de los requisitos que se exigen para formar parte de este conjunto de obras que se proyectarán en el Centro Federico García Lorca y donde tienen cabida títulos de directores consagrados como la brasileña Lúcia Murat, el japonés Ryuichi Hiroki o el israelí Anup Singh y el debut de jóvenes cineastas como el iraní Pooya Badkoobeh, el mexicano Alejandro Ramírez Corona, la argelina Yasmine Chouikh y el tunecino Walid Mattar.
Entre los descubrimientos que podrá hacer el público granadino de los cineastas que competirán por la Alhambra de Oro del 3 al 10 de junio, se encuentra el trabajo del realizador taiwanés Huang Hsin-yao, quien animado por Ang Lee (director de películas como La Vida de Pi y Deseo, peligro) ha transformado un cortometraje que hizo en 2014 en su primer largometraje.
Los dos criterios fundamentales para estar en esta nómina son “la calidad y la diversidad geográfica”, explica Casimiro Torreiro, director de Programación de Cines del Sur, quien destaca de la selección de este año la “poderosa presencia de la mujer” en la mayoría de los títulos.
La sección a concurso se inaugura el día 3 con el estreno mundial en el Palacio de Carlos V de Traslasierra (2018), una película del director argentino Juan Pablo Sasiaín, ya premiado en festivales como el de Mar del Plata por su largometraje Choele y que cuenta en su nueva producción la particular crisis existencial de un titiritero errante. En su tercer largometraje (tras Choele y La Tigra, Chaco), Sasiaín vuelve a acercarse a sus personajes de una manera intimista y sincera para contar una historia de amor que surge en medio de un conflicto vital.
Muy diferente es el conflicto al que se enfrenta la protagonista de Dressage (2018), la cinta de Pooya Badkoobeh que obtuvo una mención especial este año en la Sección Generations 14plus dirigida al público joven en la Berlinale. El dilema moral que atraviesa Golsa, una adolescente que participa en un robo, va más allá de su pandilla de amigos y su familia haciendo de esta cinta de Badkoobeh un retrato certero de las divisiones sociales del Irán contemporáneo.
Ambientada en 1988, la directora Shireen Seno busca recuperar en Nervous Translation (2018) un periodo importante de la historia filipina y establecer conexiones con el presente a través de temas todavía familiares: la complejidad de la unidad familiar a la luz de la migración, una obsesión por la electrónica de consumo y la tecnología personal, y el puro poder de la naturaleza para recordarnos nuestros límites y lo que realmente importa. Protagonizada por una niña de 8 años, la cinta que se estrenó en la selección oficial de largometrajes a concurso del Festival de Rotterdam habla de sus sueños y aspiraciones, de cómo Yael decide gastar todos sus ahorros en un bolígrafo ‘milagroso’.
A lo largo de títulos como Vibrator (2013), L’Amant (2004) o It’s Only Talk (2005), Ryuichi Hiroki ha demostrado que se siente a gusto retratando el alma femenina. En Side Job (2017), el director japonés habla de Miyuki, una prostituta que ha perdido a su madre por el tsunami en 2011 y que vive sola con su padre en una casa temporal en Fukushima. Mientras la gente todavía está luchando por las secuelas, ella toma un autobús de larga distancia a Tokio para dejar de ser oficinista y convertirse en una mujer que nadie conoce. Miyuki, su padre y su colega, personas que perdieron algo irremplazable, buscan una salida para sobrevivir.
Northern Wind (2017), la única película de la Sección Oficial fuera de concurso, nos lleva a dos lugares muy diferentes del mapa pero que terminan solapándose inevitablemente. El 39ª Festival de Cine del Mediterráneo de Montpellier descubrió a su director Walid Mattar, quien en este primer largometraje cruza las historias de Hervé y Foued, dos trabajadores de una misma fábrica en Francia y Túnez que se quedan en paro y tendrán que decidir qué hacer con sus vidas.
El cineasta Alejandro Ramírez Corona nos traslada a México con Mente Revólver (2017), una película fronteriza planteada a partir de tres personajes cuyos destinos se entrelazan en el punto más crítico de sus vidas. Según el propio director, cada uno cruza una frontera emocional o geográfica que los pone a prueba. Este largometraje nace con una premisa: ¿qué habría pasado si Mario Aburto -el asesino del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio- hubiera obtenido su libertad después de 20 años en prisión y se instalara en Tijuana?
Siempre interesada a lo largo del cine que lleva haciendo desde los 80 en ofrecer una mirada diferente sobre la mujer y los conflictos sociopolíticos de Latinoamérica, Lúcia Murat (ganadora de un Premio Fipresci en 2013 por A memoria que me contam) aborda en Praça Paris (2017) la confluencia de dos mujeres radicalmente opuestas que trabajan en el mismo sitio (la universidad), pero en puestos muy diferentes: Gloria es negra, pobre y se desempeña como ascensorista; Camila, portuguesa que viene a Río a investigar en su profesión (psicoanálisis), es blanca, más joven y pertenece a la clase media. Solas, aunque con algún romance en sus vidas, estas se cruzan cuando la profesional atiende a la obrera, traumatizada desde niña bajo las acciones de un padre violador y un hermano narcotraficante ahora preso, y a quien visita sistemáticamente en la cárcel. Murat ya participó en 2008 en la Sección Oficial de Cines del Sur con Maré, Nossa Historia de Amor.
El director israelí Anup Singh consiguió en 2013 el Premio a la Mejor Película Asiática en el Festival de Cine de Toronto con Quissa, una película en la que contaba la historia de un hombre obsesionado con tener un hijo varón que cría a su hija como si fuera un niño según los parámetros de la religión sikh. En The Song of Scorpion (2017), con los actores Irrfan Khan y la conocida Golshifteh Farahani, Singh mezcla leyenda y realidad en un relato donde el amor y la traición nos harán preguntarnos qué nos hace más humanos: la venganza o la compasión.
En Great Buddha+ (2017) no hay venganzas ni conflictos existenciales, pero sí una profunda reflexión sobre la forma en la que las cosas más mínimas para todos los demás pueden ser una auténtica tragedia para el que las padece. Huang Hsin-yao, uno de los directores con más proyección en la actualidad de Taiwán, consiguió con su ópera prima cinco premios en el Festival de Cine de Taipei y el galardón Netpac al Mejor Film Asiático en el Festival de Cine de Toronto. El público de Cines del Sur podrá ver ahora esta audaz comedia negra que se acerca a dos personajes, Pickle y su amigo Belly Button, un guardia de seguridad nocturno que trabaja en una fábrica de estatuas de bronce y un reciclador. Cuando el televisor que comparten se rompe, sus vidas cambiarán por completo.
Sobre la muerte, pero en especial sobre el amor, habla Yasmine Chouikh en su primer largometraje, Until the End of Time (2017), una cinta que nos traslada hasta Argelia durante la Ziara, la época en la que los familiares van a visitar a sus muertos. En el autobús que traslada a los peregrinos se encuentra Joher, una sexagenaria que va a honrar la tumba de su hermana y que decide pedir ayuda al sepulturero, Ali, para organizar su propio funeral.