Por Jorge Fernández Era
«Tributo a Saul Landau. Una retrospectiva en Cuba» se titula el homenaje que hasta el próximo domingo 6 de mayo han reservado el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y la Cinemateca de Cuba para rememorar a uno de los más importantes documentalistas norteamericanos de la segunda mitad del siglo xx y principios del nuevo milenio: Saul Landau, según se informó en conferencia de prensa a la que asistieron dos de las hijas del realizador que echó su suerte junto a los cinco héroes cubanos presos durante dieciséis años en cárceles de Estados Unidos.
Saul Landau (1936-2013) fue un periodista, escritor y académico estadounidense licenciado por la Universidad de Wisconsin-Madison. Profesor de la American University y del Instituto Politécnico de California, en este último como director del Departamento de Conocimientos Interdisciplinarios Aplicados, se desempeñó además como comentarista de Pacifica Radio. Sus filmes documentales ―hechos en su mayoría con la colaboración del destacado fotógrafo Haskell Wexler― giraron en torno a temas candentes del acontecer latinoamericano, desde la naciente Revolución Cubana hasta el intento de gobierno de unidad popular encabezado hasta 1973 por Salvador Allende. Su película más famosa, Paul Jacobs y la cuadrilla nuclear (1979) es una denuncia sobre las pruebas nucleares que autorizó el gobierno norteamericano en los desiertos de Nevada, y obtuvo un premio Emmy en 1980.
A este filme, que dejará oficialmente inaugurado el ciclo en el Cine 23 y 12 el viernes 4 de mayo a las seis de la tarde, se sumarán los títulos Entrevista con Allende (An Interview with Salvador Allende, President of Chile, 1971), La cárcel (The Jail, 1972), Al final siempre se pierde (Losing just the same, 1966), ¿Qué hacer? (What is to be Done?, 1971), Irak: voces desde las calles (Iraq: Voices from the Street, 2002) y Que los verdaderos terroristas se pongan de pie (Will the Real Terrorist Please Stand Up?, 2011).
Que los verdaderos terroristas… «cuestiona el arresto de los cinco prisioneros antiterroristas cubanos ―René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio― y denuncia a los declarados terroristas anticastristas que viven libremente en Miami». Tanto marcó a Landau la injusticia cometida contra los luchadores cubanos, que en una ocasión opinó sobre esa causa judicial: «Los cinco tenían la misma posibilidad de tener un juicio justo en Miami que un judío en el Berlín de 1938».
«El interés de Saul Landau por esta causa ―apunta el crítico Mario Espinosa― coincidía también con sus ansias por abordar y entender complejos procesos de dimensión política e histórica que rodearon su presente. La obra de este remarcable periodista fue creada sobre la máxima de la verdad inmediata y de su búsqueda. Por eso su filmografía pasa severa y precisa por una cárcel en San Francisco, por Brasil en tiempos de dictadura, por el Chile de Allende, por Nicaragua, por Cuba, por Jamaica, por México o por otras regiones donde la indagación social fuera necesaria».