Arte contemporáneo con técnicas artesanales, esa es la máxima de sus organizadores.
Por: Yordanis Ricardo Pupo/ Fotos: @yricardo
Un año después de surgir el proyecto, regresa a Granada el 1º Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente, que tuvo su debut el pasado febrero en ARCOMadrid, la feria internacional de arte contemporáneo más importante de España.
Es la segunda vez que se exhiben estas obras, inspiradas en La Alhambra y la ciudad de Granada, así que era justo que estuvieran aquí, en La Madraza, el Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad granadina.
En ellas, el artesano encuentra una nueva forma de trabajar. Arte contemporáneo con técnicas artesanales, esa es la máxima de sus organizadores, que pretenden resaltar la importancia del patrimonio histórico de Granada y las tradiciones artesanas que han sobrevivido al paso de los siglos.
El Premio impulsa el arte emergente, creando un itinerario de aprendizaje, que comienza con un viaje de inspiración por La Alhambra y Granada. Luego, un programa de mentoría individual los vincula a importantes artesanos con los que compartirán todo el proceso de creación.
Tras unos meses de trabajo las obras viajan a Madrid y un jurado decide entre los cinco participantes… En la primera edición, el Premio, con una dotación económica de 15 mil euros, fue para al artista José Miguel Pereñíguez, por “Señas y sonidos del Palacio Rojo (leones/reyes/abencerrajes)”.
En la inauguración de la expo en Granada, los autores fueron describiendo sus obras:
La de José Miguel Pereñíguez es una caja contenedor de instrumentos musicales… que entronca con una corriente histórica de estudio de las conexiones entre arquitectura, matemáticas y música. Al mismo tiempo, los exquisitos instrumentos producidos por el autor reivindican el valor de lo ornamental, a partir de la tradición estética nazarí.
Con “Aljibe”, Jacobo Castellano hace un guiño al barrio del Albaicín, a la vez que resalta la importancia del agua para la cultura musulmana que un día habitó estas tierras. Una obra monumental, pero construida con materiales humildes: barro, terracota, madera y cerámica.
Alegría y Piñero, con su obra Lipogramas, se inspiran en la poesía mural, en la “arquitectura parlante” de los palacios de La Alhambra. Tres palabras: oriente, poniente y horizonte se transforman en esculturas. Cada rodillo es una palabra y al girar, la combinación de labios produce 36 palabras imposibles, innombrables. Un oráculo que nos cuenta algo que hay que descifrar.
Tela, madera, jabón y vidrio utilizó Miren Doiz, para “Pétalo, hueso, aguja, huso”, formas básicas de los mosaicos nazaríes, símbolos de esta ciudad y también de Cervezas Alhambra. En ella resaltan otros elementos que definen a Granada: el blanco de las nubes y la nieve, el azul del cielo y el agua, los amarillos de la tierra y el sol.
Por su parte, la relación del alfarero con la propia masa llevó a Teresa Solar Abboud a crear “Masa de infinita enormidad”. Una pieza de grandes dimensiones que habla del cansancio, de la musculatura del cuerpo, de la relación del cuerpo con el monumento.
Un mapa tridimensional de las cañerías de La Alhambra, que toma forma a través de la cerámica, sujeta por cuerdas de alpinismo. Un juego de fuerzas y tensiones, que nos habla de la fragilidad de las estructuras, de la arquitectura y, por extensión, de nuestros propios cuerpos.
En La Madraza también estaban presentes los finalistas de la segunda edición del concurso: Marta Fernández Calvo, Kiko Pérez, Guillermo Mora, Carlos Monleón Gendall y Gloria Martín, quienes ya han comenzado este itinerario de aprendizaje que otra vez acabará en ARCOMadrid, del 21 al 25 de febrero próximo.
La muestra 1º Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente se podrá visitar en el Centro de Cultura Contemporánea de Granada, hasta el 18 de diciembre de 2017.
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