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"Recordar" un proyecto artístico participativo de Jorge Rodríguez- Gerada
17October
Noticias

"Recordar" un proyecto artístico participativo de Jorge Rodríguez- Gerada

 

“Recordar es volver a pasar por el corazón. Cuando uno recuerda, revive y siente las mismas cosas que vivió y sintió en el pasado”.

 

El artista cubano, criado en los EE UU y residente en Barcelona, Jorge Rodríguez-Gerada ha creado una de las obras de arte público más grande de España, con 2.200 metros cuadrados. La pieza, de carácter efímero y participativo, fue realizada en la Plaça Comercial del Born (Barcelona) el 1 de octubre de 2016, con ayuda de vecinos del barrio y más de 500 voluntarios, con el apoyo filantrópico de la Asociación de Comerciantes Born Comerç y con la producción de Subagora Agency.

 

La obra ‘Recordar’, que se puede clasificar como performance urbana, se realizó por medio de la utilización de tecnología GPS, proporcionada por la empresa TopCon. Posteriormente, los trazos de la obra fueron rellenados con la colaboración de voluntarios del barrio y transeúntes mediante pintura de tiza en aerosol. Esta pintura tiene como características el no ser tóxica y ser lavable y, por lo tanto, efímera, y fue elaborada por Montana Colors con una fórmula especial para pintar sin dañar el suelo, y luego enlatado especialmente para este proyecto, en envases reciclables.

 

 

RECORDAR

 

El nombre de la obra hace referencia, en sentido etimológico, al término en latín record?ri, formado por re (de nuevo) y cordis (corazón). En este sentido, se hace énfasis en que el acto de recordar implica que una persona, una situación o un objeto vuelve a pasar por el corazón de quien la evoca en su memoria. Por ello, mediante el recuerdo, uno revive, despierta y siente lo mismo que vivió y sintió en el pasado, ahora actualizado en un momento de la realidad inmediata.

 

A partir de la historia personal y familiar que marca la identidad del artista, desde su vivencia como inmigrante, hijo de exiliados cubanos en EEUU y nieto de exiliados españoles en Cuba, la obra Recordar apunta a rendir homenaje a las 465.000 personas que, entre el periodo de 1936 hasta 1939, vivieron el exilio republicano español y cruzaron la frontera con Francia para salvar sus vidas.

 

Recordar es un llamado a la reflexión sobre la importancia de la memoria histórica y ante las problemáticas sociales que continúan repitiéndose. La pieza invita a los espectadores a volver a pasar por el corazón aquellas vivencias que como parte de la historia conforman el legado cultural, para evitar repetir en el presente el horror y la desidia del pasado.

 

 

 

LA PARTICIPACIÓN DEL PÚBLICO

 

Parte fundamental de esta performance urbana es la participación del espectador en su realización. A partir de esta visión de creación colectiva, se invitó a transeúntes y vecinos del barrio que compartieran los valores y la dirección de la pieza a pintar junto con el artista.

 

Rodríguez-Gerada considera que la colaboración del espectador genera dinámicas en el barrio que ayudan a recuperar el sentido de afinidad y traen a discusión la visión de la historia, tanto colectiva como personal. La Asociación de Comerciantes Born Comerç ha subvencionado esta iniciativa artística con el objetivo de hacer crecer el sentimiento de pertenencia de los vecinos y crear comunidad en torno al arte.

 

 

DECLARACIONES DEL ARTISTA

 

“Esta obra me ha permitido abrir un diálogo sobre un problema cíclico internacional, sobre el propio olvido al horror. Nosotros como seres humanos no miramos hacia atrás, muchas veces no nos interesa saber lo que le sucedió a otros, y esto nos condena a cometer los mismos errores. Por eso esta pieza es un recuerdo a todos aquellos que tuvieron que dejar sus países por la guerra, como hicieron mis abuelos cuando llegaron a Cuba”.

 

“Cuando lees sobre el trato que la ultraderecha en Francia hizo a los españoles exiliados durante la Guerra Civil, te das cuenta que es el mismo que se hace ahora en Europa hacia los refugiados sirios. Se habla en los mismos términos como si fueran terroristas o gente mala, por eso, más que nunca, quiero que con esta pieza, Recordar, se pueda recuperar la base de esta palabra, del recuerdo, que realmente pasa por el corazón”.

 

“Esta pieza no tendría el mismo sentido si no fuera participativa. Esto es muy importante, ya que no es una obra única de un solo artista con un discurso que él, en su estudio, lleva a cabo; sino que es el mensaje y el trabajo de muchas personas que, de manera creativa, crean una gran pieza de arte. Con Recordar, la obra de arte sale a la calle, se abre al pueblo y toca a la gente”.

 

“Hemos utilizado pintura de tiza efímera con las latas de sprays, que me han permitido crear una especie de mandala en el suelo de una ciudad. Es mi manera de hacer algo creativo y que deje huella, pero que después se va, y al irse, es como un regalo a la memoria”.

 

“Siempre he tenido mucha inquietud por el uso de la tecnología en mi obra. Toda mi vida he buscado nuevos lienzos y bastidores donde crear, empecé con las vallas publicitarias en EE UU, después las medianeras de los edificios, y luego la propia topografía de las ciudades. Es importante para un artista de ahora usar los medios de su época, para que la obra sea contemporánea; a mi, la tecnología me permite hacer muchas combinaciones diferentes. Siempre me he fijado en artistas como Leonardo Da Vinci, que cambiaban continuamente su manera de trabajar y seguían investigando medios e ideas”.

 

 

 

SOBRE JORGE RODRÍGUEZ-GERADA

 

Nacido en Cuba en 1966, criado en los EE UU y, actualmente residente en Barcelona, Jorge Rodríguez-Gerada es un artista visual reconocido internacionalmente por su trabajo de innovación artística y por la multiplicidad de técnicas que aplica en su prolífica producción.

 

Rodríguez-Gerada crea enormes retratos en los espacios públicos, con un componente meditativo al provocar que el ciudadano pueda caminar sobre ellas, obteniendo una experiencia personal al ras del suelo con el arte como base creativa y social. Sus obras, realizadas a gran escala, son visibles desde el espacio y deben ser fotografiadas desde el aire o incluso por satélites. Su dimensión es intrínseca al impacto de lo que la obra dice, desde cuestionar complejas problemáticas sociales, como la identidad, los derechos humanos o el cambio climático.

 

Ha expuesto en sitios diversos como Ámsterdam, Nueva Zelanda, Londres, Sao Paulo y Bahrain. Ha realizando exhibiciones individuales en galerías como N2 (Barcelona) o Galerie MathGoth (París), y ha aparecido en prestigiosas publicaciones sobre arte urbano como el catálogo de la Tate Gallery de Londres, Street Art The Graffiti Revolution (Cedar Lewisohn, 2008) o Designing Obama (Scott Thomas, 2009).