Por: Giusette León García
La muestra "Raíces, magia y mística", que incluye fotografías y audiovisuales del destacado fotógrafo y documentalista cubano Roberto Chile, permanece en la Sala de la Diversidad sita en Amargura No. 60 entre Mercadderes y San Ignacio, La Habana Vieja. La muestra estará expuesta hasta el 20 de enero del próximo año.
Este hombre ha fotografiado una isla, la suya, desde todos los ángulos en que ha podido verla y me consta que vive para eso: para contemplar orgulloso a su tierra y luego imaginarla y recrearla y devolverla en imágenes con luz y espíritu. Otra vez nos convoca a un diálogo visual con Cuba, con la Cuba mestiza que baila y habla en los tambores, la que reza en la lengua de sus abuelos negros por el presente y el futuro de sus hijos de todos los colores.
¿Una deuda con los africanos esclavizados que nos trajeron su sabiduría y sus brazos fuertes para trabajar? ¿Una exploración al realismo mágico que crece naturalmente en esta tierra? ¿La curiosidad? Sobre las motivaciones y expectativas de Raíces, magia y mística, conversó Roberto Chile con Cubasí:
¿Qué motivó esta muestra?
"Un interés sostenido por hurgar en nuestras raíces y herencia africanas, impulsado esencialmente por un deseo incurable de crear".
"Siento una inmensa atracción y curiosidad por el mundo real maravilloso que albergan las llamadas expresiones religiosas de origen africano. Así nació el proyecto "Raíces, magia y mística", que recién comienza y que si Dios me da salud, lucidez y fuerzas, continuaré hasta que me alcance la vida."
¿Qué descubrimiento o reencuentro nos propone esta vez el lente agudo de Roberto Chile?
"Un reencuentro con nuestras raíces y ancestros africanos, un viaje al paraíso espiritual de aquellos hombres y mujeres que fueron arrancados de sus tierras nativas y traídos por la fuerza a la nuestra, sin otras pertenencias que no fueran sus memorias, sus ritos, sus cantos, sus lenguas, sus bailes, y sus religiones."
¿Cuánto hay de continuidad y de ruptura en esta nueva entrega?
"Esta vez, trato de documentar, y a la vez, poetizar. Unas veces la pasión se entrega libremente al azar, sin control alguno, sin timón. Otras, asumo las riendas y parto hacia un propósito fijo. De ahí surgen las imágenes espontáneas o las esculpidas con fino cincel. Se vale todo, lo fortuito y la nacido de complicidad. La creación no tiene límites, sino los que ponen los ojos, la mente y el corazón".
"En esta ocasión mi lente rebasa las fronteras de Guanabacoa, y llega a otras regiones del país: Regla, Centro Habana, Párraga, Marianao, Orozco, Jagüey Grande, Matanzas, Cárdenas, Perico, Agramonte, Palmira, Trinidad, Santiago de Cuba. Un viaje largo, que continúa. Me propongo seguir, recorrer otros sitios donde perviven arraigadas nuestras raíces. Así espero llegar a Remedios, Cruces, Santa Isabel de las Lajas, Sagua la Grande, en fin..."
Ya me has comentado tu agradecimiento a la Oficina del Historiador de la Ciudad y a la Sala de la Diversiddad que han acogido la muestra desde el pasado jueves 10 de diciembre ¿Alguien que se te quede en el tintero?
"Quiero darle las gracias a quienes aportaron recursos, ideas, abrigo, imprescindibles para este largo viaje. Al equipo de trabajo que me acompaña en la travesía con profesionalismo, pasión y entrega. Y muy especialmente, a quienes me han abierto las puertas de casas y templos, y con infinita confianza, me han permitido perpetuar estos momentos que son parte de la historia de Cuba. A todos mi más sincera gratitud y mi Aché."
Fuente: CubaSí