Ana Vidigal: Época

El tiempo y la memoria son los temas recurrentes que utiliza la artista portuguesa ANA VIDIGAL en Época, su primera exposición individual en la Galería Espacio Mínimo.

La exposición está compuesta por dos series de obras sobre papel y cuatro pinturas en las que, como escribió Ruth Rosengarten para el catálogo de su exposición Ana Vidigal. Menina limpa, menina suja (Ana Vidigal. Chica limpia, chica sucia) en la Fundación Galouste Gulbenkian en 2010, como en todo su trabajo bidimensional, la artista busca recursos formales en un léxico tardo-cubista de motivos altamente estructurados, creando una tensión entre la poca profundidad del espacio pictorial y la palpable realidad de la superficie muy trabajada.

Trinta Anos de Mim Mesma (Treinta años de mi misma) es una serie de treinta trabajos sobre papel construida a partir de recortes de ejemplares de la Reader’s Digest Selection de los años 60 y 70 (la época correspondiente a la adolescencia de la artista). En este trabajo ANA VIDIGAL explora una interacción peculiar de palabras y títulos de artículos de revistas que aluden a situaciones personales de su pasado, pero en las que, al mismo tiempo, el visitante puede encontrar paralelismos con sus propias experiencias.

La serie Pequenos Sinais de Fumos (Pequeñas señales de humo) está basada en una serie de libros para niños de la infancia de la artista que, una vez desmantelados, toman una nueva estructura formal, contando una historia diferente, irónica y de autocrítica.

Durante años, ANA VIDIGAL ha coleccionado todo tipo de material para la ejecución de su trabajo, sobre todo materiales encontrados bidimensionales que pueden mantenerse planos dentro de una superficie pintada, en especial papel. Recortando papeles, ensamblando distintas piezas, letras, imágenes y fotografías construye sus tesoros. Lo que le interesa, de todo éste conglomerado de cosas, no es solo el aspecto formal sino aquello que lo hace más intimo, la historia que esos materiales encierran. Esto es lo que ANA VIDIGAL utiliza al máximo en sus obras, en las que lo que quiere decir siempre juega un papel tan seductor como lo que oculta.