Hace algunos años, la Dirección de Asuntos Culturales de Ajaccio —capital de la isla de Córcega— y la Fundación Brownstone, radicada en París, junto al Ministerio de Cultura de Cuba, planeaban una muestra expositiva y de presentaciones artísticas cubanas en importantes escenarios de la ciudad francesa al centro del Mediterráneo. Motivados por la fértil creatividad del arte cubano, por sus dinámicas internas de gestión y conquistas que le han permitido un posicionamiento significativo en importantes circuitos internacionales; seducidos por los discursos tan diversos, encontrados e innovadores, donde el trueque entre tradición y contemporaneidad rebasan normativas taxativas y las propias fronteras geográficas cubanas, la muestra que todavía se exhibe en Ajaccio continúa cautivando a los espectadores.
Inaugurada el pasado 20 de febrero en el Palacio Fesch-Museo de Bellas Artes de Ajaccio, con la presencia de autoridades de la Embajada cubana en Francia, con el señor Gilbert Brownstone y varios artistas cubanos representantes de nuestras instituciones culturales, la amplia manifestación artística —música, danza, exposiciones, conferencias, cine, literatura— se mantendrá hasta el venidero 5 de mayo.
«¡Hasta siempre! Ajaccio en el presente de Cuba» ha sido el lema de bienvenida para la muestra artística. Una selección de obras antológicas de la colección francesa del Museo de Bellas Artes, notables piezas de la vanguardia plástica cubana de principios del siglo xx y parte de la colección de arte cubano contemporáneo del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, fueron habitando las diferentes salas del museo Fesch, permitiendo, tras una curaduría muy particular, un diálogo concurrente a través de lo temático, textural, encuadres y progresiones.
Asimismo, el teatro Espace Diamant fue el escenario escogido para los conciertos de Ernán López-Nussa, Miguel Núñez y Carlos Varela, quienes invitaron a otros artistas nuestros a compartir la escena. Por su parte, la escritora Wendy Guerra dictó la conferencia «La literatura cubana de hoy», tras la presentación de Negra, su novela más reciente. Una sugerente muestra de cine cubano producido por el Icaic bajo la autoría de nuestros más ejemplares cineastas integraron la agenda de programación. De Memorias del subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea) a Lucía (Humberto Solás), pasando por los recuerdos de la mítica Soy Cuba, de Mijail Kalatozov, o Los dioses rotos, de Ernesto Darana o ¡Viva Cuba!, de Juan Carlos Cremata, el itinerario que se exhibe de las salas cinematográficas de Ajaccio celebra el cumpleaños del Icaic en este 2015.
La compañía DanzAbierta mostró sus espectáculos Malson y Showroom. Ambas piezas, bajo la concepción coreográfica de Susana Pous, han tenido un recorrido sostenido en diferentes escenarios cubanos y del mundo. De Chicago a Seúl, ha sido elogiada la fuerza creativa de Susana, al tiempo que el rigor expresivo y dominio interpretativo de los bailarines de la agrupación ha sido alabado y premiado. Ellos, formados en los centros de enseñanza artística de Cuba, mostraron la nobleza del ingenio cuando el talento se troca maestría transformativa y generadora de sutilezas para el baile. En Malson, cinco personajes demarcados en el tiempo y el espacio esbozan ambiguas relaciones. Nuevas realidades, tal vez fruto de su mente, surgen como alternativa para construir entornos más vívidos, felices, pasados, futuros, ¿reveladores? El ir y venir de una a otra dimensión, la ambigüedad entre realidad y ficción, el deseo carnal y el juego con los espacios de poder, van dando forma a una historia enmarcada por imágenes habaneras. Obra que mezcla en vivo danza, video, sonoridades, en una misma estructuración espectacular. Mientras que el espacio vacío, inmenso, casi desolado de Showroom —pieza escogida para cerrar las presentaciones escénicas—, sus seis cuerpos se debaten en él ante un posible camino de salvación y goce. Penumbras que, como ilusión hacia el levante, trazan el mejor de los trayectos. ¿Acaso la máscara como dispositivo que esconde y revela lo esencial? Quizás sea el resumen de las herencias musicales y danzarias albergadas ahora en el cuerpo danzante de DanzAbierta, hecho que le permite a la coreógrafa articular con fina gracia y sapiencia la discursividad de la obra.
Sin duda alguna, «¡Hasta siempre! Ajaccio en el presente de Cuba», peculiar manifestación artística y expositiva de excelencia del arte cubano de hoy, ha servido como amplificación de ese puente real de entrecruzamientos, de toma y daca, de permanente diálogo del arte cubano y el francés. Agradecer el empeño de los anfitriones corsos por permitir una puesta en espacio sin hacer concesiones ni reacomodos baldíos. Tal como sostiene el propósito discursivo de varias de las obras expuestas en Ajaccio, basta la voluntad de seguir siempre adelante triunfales, resueltos, conquistadores de un futuro más humano en sus complicidades con el presente y con nuestro pasado, modo sutil para transfigurar el cuerpo y sus significaciones.