Skip to main content
Renato García Egusquiza: "A mi tierra vasca no me la imagino, la siento"
02April

Renato García Egusquiza: "A mi tierra vasca no me la imagino, la siento"

Por: Joseba Etxarri

 

Los vascos cubanos pueden presumir de contar con una de las euskal etxeas más antiguas del mundo. Fundada oficialmente en 1877, la Asociación Vasco-Navarra de Beneficencia (AVNB) de La Habana es hoy una centenaria euskal etxea que trabaja "por el conocimiento, la difusión y la revitalización de lo vasco en Cuba", al igual que hicieron con anterioridad la Sociedad de Beneficencia de naturales y descendientes de las Provincias Vasco-Navarras de Matanzas (1868) y con posterioridad el Centro Euskaro (1908) y el Centro Vasco de La Habana (1911), entidades hoy desaparecidas en favor de la AVNB. Desde 2012 Renato García Egusquiza preside la institución.

 

Eres cubano por varias generaciones y la emigración vasca a Cuba no fue numerosa ¿Cómo perdura el sentimiento vasco en esas circunstancias tan poco favorables?

 

-A través de la familia y de la euskal etxea. Mi bisabuelo Felipe Egusquiza Ugarte llegó a Cuba a fines del 1800 procedente de Bizkaia, siguiendo la senda de un tío suyo, José León Egusquiza Aldecoa. Se casó en Cuba con una canaria e hijo suyo fue mi abuelo materno, Raúl Felipe Egusquiza Rodríguez. Él me habló de nuestras raíces, de las costumbres vascas y me enseñó a contar hasta diez en euskera. Me solía decir que su padre, cuando llegó a Cuba, no sabía castellano y se reunía con vascos. En el pueblo de Aguacate fundó, junto a otros compatriotas, los Bilbao, una gran bodega, Bilbao y Cía, donde en tiempos de la guerra contra la colonización española, me contaba, escondían a rebeldes cubanos y les daban de comer. En nuestra casa siempre predominó lo vasco, siempre hubo una ikurriña y recuerdo con agrado cómo mi abuelo me llevaba a muchas actividades en el Centro Vasco de La Habana.

 

-¿Qué imagen te transmitió del País Vasco?

 

-La de un país orgulloso de su historia y su cultura, con costumbres y deportes singulares, ni mejores ni peores que los de los demás, pero con deseos de seguir transmitiendo ese legado a las nuevas generaciones tal como hicieron durante siglos. Varios miembros de mi familia, incluida mi madre, han pertenecido desde muy jóvenes a la euskal etxea.

 

De la que fuiste elegido presidente en 2012, no precisamente en un momento álgido de la institución.

 

-Fueron momentos en los que corrió grave riesgo de desaparecer. Teníamos alrededor de 200 asociados, con una media de edad muy alta, sin apenas actividades y sin participación de jóvenes o niños. Nos tocó reorganizarla, dando entrada a vascos, descendientes de vascos y a personas interesadas en lo vasco, organizando actividades para atraer a todos ellos, sobre todo, aunque no solo, a gente joven, abriéndonos y dándonos a conocer a la sociedad en su conjunto. Cambiamos la estrategia de comunicación, organizamos conferencias, proyecciones de documentales, clases de euskera y actividades relacionadas con la cultura vasca, todas ellas de forma abierta, porque creemos que es importante compartir y que se conozca en Cuba lo vasco y la naturaleza de lo vasco. La interculturalidad es un aspecto fundamental, puesto que lo vasco se ha fusionado, ha sumado y contribuido al desarrollo general del país.

 

¿En qué situación se halla hoy el Centro?

 

-En este momento somos 526 asociados, de ellos 32 nacidos en el País Vasco y 178 empadronados en alguna de las provincias vascas. Contamos con un equipo de fútbol, el Vasco-Navarra FC, que en breve posiblemente pasará a denominarse Euskaria, recuperando el nombre del histórico equipo otrora campeón de fútbol en Cuba. Desde el año pasado impartimos clases de euskera, con el apoyo de HABE, enseñamos danzas vascas, organizamos y participamos de la organización de conferencias y proyecciones, hemos albergado el Seminario de Historia Vasca Euskal Herria Mugaz Gaindi y prestamos atención directa a personas mayores y dependientes... En el último año algunos de nuestros encuentros lúdicos y festivos han sido la Tamborrada, San Fermín, el aniversario de nuestra fundación, el festejo de nuestra patrona la Virgen de Begoña, el Día Internacional del Emigrante...

 

Y esta misma semana, la Semana Vasca de La Habana.

 

-Decidimos celebrar el Aberri Eguna con una semana entera de actividades. La iniciamos el lunes con un encuentro de euskera y a lo largo de la semana hemos programado un torneo amistoso de fútbol, una conferencia sobre el euskera, exhibición de documentales sobre el País Vasco, campeonato de mus y el domingo Aberri Eguna, que incluirá una Korrika, bertsolaris, al cantautor cubano Ray Fernández, comida, música y una tarde de confraternización. Aberri Eguna constituye la gran fiesta de la Patria, en la que podemos ratificar y reivindicar a nuestro Pueblo Vasco.

 

Nunca has estado en el País Vasco.

 

-Nunca. Espero con ilusión al mes de octubre, con la celebración en Vitoria-Gasteiz del Congreso Mundial de Colectividades Vascas, en el que participaré como delegado de Cuba.

 

¿Cómo te lo imaginas?

 

A mi tierra vasca no me la imagino, la siento.