La Sala de Conciertos Dolores, reconocida en Cuba por su calidad acústica, exhibe hoy una programación marcada por las presentaciones de músicos extranjeros junto a santiagueros que reverencian los 500 años de la ciudad.
Durante el presente mes ofrecieron su arte en ese escenario el violinista alemán Nils. A. Hilbert y la Orquesta Sinfónica de Oriente, con un repertorio que incluyó piezas de Max Bruch, Ludwig van Beethoven, Amadeo Roldán, Aram Jachaturiam, Jean Sibelius y Richard Wagner.
Anteriormente, la agrupación compartió la programación con el violinista suizo Michel Willi, ocasiones en las cuales han mostrado sus cualidades la joven directora Cossette Justo y otros noveles integrantes, frutos del sistema nacional de enseñanza artística.
La más reciente de esa presencia foránea en la céntrica sala, ubicada en una antigua iglesia, fue la de la messosoprano estadounidense, residente en Suecia, Bárbara Hendricks, acompañada por la artista invitada Daría Abreu, reconocida directora coral y de orquestas en el país.
El concierto de Hendricks y Abreu incluyó obras de la sinfonía número 1 de P.Tchaikovsky; de la ópera Las bodas de Fígaro, de W.A.Mozart; de Carmen, de Georges Bizet, y otras de Georges Gershwin y Magnus Lindgren.
El espectáculo del próximo fin de semana estará a cargo del dúo Chelo Caprichoso, integrado por el chelista cubano Douglas Vistel y la pianista alemana Almuth Krausser, quienes ofrecerán una suerte de maratón musical por el medio milenio de la villa, con una selección de la música de J.S. Bach.
Fuente: Caribbean News Digital
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