ARTE POR EXCELENCIAS CIRCULÓ EN ART BASEL CON SU EDICIÓN NÚMERO 21, Y FUE ENTREGADA A DIVERSOS EXPOSITORES, CRÍTICOS Y ARTISTAS PARTICIPANTES, EN TANTO RECONOCIDOS ARTISTAS CUBANOS SE PROMOVIERON EN SUS PÁGINAS
Art Basel es, desde los años setenta, uno de los acontecimientos más importantes para las artes visuales en sus más altos circuitos. La Feria extendió sus acciones hacia Miami desde 2002, con la intención de conectar al continente americano con el arte internacional de primera calidad que clasifica para participar en este magno evento.
A la convocatoria de La Florida asisten los más importantes artistas, coleccionistas, curadores, críticos e instituciones artísticas del mundo. Es un evento para entendidos, en el cual participan gran número de visitantes provenientes de Estados Unidos y de toda Latinoamérica, motivados por actualizarse en lo que sucede en el arte contemporáneo: una de las ferias más costosas, en la que se ejecutan ventas de altísimas cifras. Datos oficiales confirman que más de setenta y tres mil personas visitaron la última edición, celebrada en la primera semana del pasado diciembre.
El programa de la decimotercera edición de Art Basel Miami se concentró fundamentalmente en el recinto ferial de Miami Beach Convention Center, donde se exhibieron las propuestas de 267 galerías de Norteamérica, América Latina, Europa, África y Asia. La diversidad estética y formal distinguió la exhibición, la cual remarcó la pluralidad de discursos del arte contemporáneo, y cómo esta versatilidad le ofrece oportunidad tanto a instituciones públicas como a coleccionistas privados o compradores eventuales.
Históricamente la Feria ha incluido y legitimado las nuevas expresiones artísticas, y ha adaptado su gestión con el fin de confirmarse como un escenario oportuno para todos los intereses del arte. Desde 2004 el espacio para los conversatorios ha permitido el debate con los más importantes actores del mundo artístico: críticos, curadores, artistas y coleccionistas que han abordado diferentes problemáticas de la creación y del mercado del arte. Como es habitual, se mantuvo el espacio dedicado a los stands de publicaciones especializadas en los que se exhibieron muchas de las más importantes revistas de arte internacional, fundamentalmente norte y latinoamericano, en un número superior a las dos decenas.
Este año hubo una novedad en la Feria: el sector Encuesta, que reunió trece proyectos de arte histórico, a través del cual pudieron verse muchas obras valiosas, nunca antes exhibidas en un contexto de esta naturaleza. También se inauguró la muestra Impulso, razón, sentidos, conflicto. Arte abstracto de la colección Ella Fontanals Cisneros, en la sede de la Fundación CIFO. Su anfitriona es una de las actoras más notables del coleccionismo latinoamericano y, en los últimos años, del cubano.
Esta decimotercera edición ha sido calificada como una de las más completas e intensas que haya tenido el evento, por el impacto del arte que concurrió y que permitió recorrer las más diversas expresiones pictóricas, una significativa representación de las posibilidades de la fotografía, una amplia gama de instalaciones y videos, arte perfomático e interactivo con el público, expresiones cinéticas, diseño y obras gráficas y de edición múltiple.
Entre las galerías de más de treinta países, todas de gran prestigio, se destacó la participación de España y de varias representantes de Latinoamérica, aunque el arte iberoamericano también participó a través de galerías de otros países europeos y de Estados Unidos, fundamentalmente de Nueva York y de Miami.
Galerías como Villa Manuela —de la Uneac—, La Acacia y Collage Habana —del Fondo Cubano de Bienes Culturales—, o la Panamerican Arte Project y la Cernuda Art, expusieron una amplia representación de creadores cubanos, desde artistas muy jóvenes hasta los consagrados de la llamada vanguardia cubana.
Es notorio señalar que, si bien esta edición subrayó el marcado propósito comercial de la Feria, el acontecimiento tiene otras muchas implicaciones para la ciudad. La convocatoria constituye también un contundente pretexto para presentar otras ferias en la misma fecha y con propósitos similares, entre ellas Pinta, Context, Miami Proyect y Red Bod. El arte que confluye en esta ciudad, proveniente de todas las latitudes, le da una nueva fisonomía a Miami, le proporciona un notorio movimiento cultural, económico y participativo, y permite a todos los que se citan a propósito de la Feria, o que andan eventualmente por el Downtown, encontrarse con una amplia representación del arte del mundo, dentro de cuya multiplicidad se cuenta el latinoamericano y, en particular, el cubano.
Por ello, un impresionante fluir de visitantes mantuvo en intensa actividad las sedes de Art Basel Miami, y son varios los expertos que aseguran que la Feria Suiza ha sido uno de los sucesos que más ha contribuido a aportar en el crecimiento y reconocimiento de las potencialidades presentes y futuras de Miami como una gran ciudad.
Art Basel Miami ha propiciado que durante sus jornadas esta urbe se convierta en plaza importante del arte, y que genere todo un movimiento cultural popular: trasciende al hecho de colocarse en el mapa artístico internacional y de atraer a visitantes foráneos —lo cual es muy beneficioso—, para convocar a todos sus ciudadanos a mirar hacia las artes visuales.