Durante los últimos años, el proyecto de formación e incremento de la Colección de Arte del Consejo Nacional de las Artes Plásticas se ha consolidado de manera significativa, en una proyección que desborda las premisas inaugurales para estabilizar un trabajo de gestión que involucra otros ámbitos de la promoción y fomento del patrimonio simbólico de la nación. Las piezas que conforman este acervo no están concebidas como bienes inamovibles, sino que se han destinado a la conformación de proyectos curatoriales que han itinerado en el ámbito nacional y foráneo con el objetivo de difundir el arte cubano contemporáneo.
Este trabajo, que parte de las misiones del Ministerio de Cultura en el terreno de las artes visuales, ha involucrado a muchos críticos, especialistas, funcionarios, y especialmente a los propios artistas, comprometidos con el destino del relato visual cubano de los últimos treinta años. Del mismo modo, cuenta con colaboraciones importantes, entre las que se destaca la de Gilbert Brownstone, quien ha contribuido tanto en la donación de obras de arte como en la movilidad y difusión de la Colección.
Actualmente, la Colección posee un número considerable de piezas de artistas de diversas generaciones y continúa ampliando sus fondos. Con el objetivo de garantizar un lugar para albergar tales bienes y que constituya a la vez una institución cultural a la cual el público pueda tener acceso, se concibió la creación de un proyecto arquitectónico ubicado en las calles Paseo y 37, donde actualmente se encuentran situadas tres naves industriales y una antigua estación de servicio de combustible.
Conocido genéricamente como «El Almacén», constituye en la actualidad un encargo del Ministerio de Cultura a la Empresa de Proyectos y Servicios de Ingeniería de la Cultura (ATRIO), que ha cosechado en la práctica magníficos resultados en la estrategia de rehabilitación de los espacios culturales durante los últimos años, su principal ejemplo es la restauración capital del Gran Teatro de La Habana. Esta entidad ha designado para su concepción general al joven arquitecto Pedro D. Rodríguez, quien desde hace alrededor de seis meses trabaja en el diseño del espacio de acuerdo a los nuevos usos previstos.
La colaboración constante y el comprometimiento de Gilbert Brownstone con la Colección como un bien material del pueblo cubano, estableció un puente entre Cuba y el reconocido arquitecto francés Jean Nouvel, quien ha materializado proyectos como la ampliación del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, la Torre Agbar en Barcelona, el edificio Dentsu de Tokio entre otros. En esta ocasión, Nouvel se brindó a fungir como coautor en la concepción del proyecto y recibió al arquitecto cubano en su Atelier de París para trabajar de manera conjunta durante cinco semanas. Ha sido un gesto de solidaridad desinteresada de este extraordinario artífice de algunos de los monumentos de la arquitectura contemporánea.
«El Almacén» no será un edificio construido íntegramente. Siguiendo cierta tendencia de la arquitectura contemporánea en la que los espacios industriales se modifican para convertirlos en entidades artísticas, los arquitectos han tomado como base una antigua gasolinera y las tres naves aledañas, y proponen mantener la visualidad del lugar, sumando elementos que unificarán las diversas zonas y fungirán como enlaces o puentes entre lo antiguo, lo moderno y la posibilidad real de un futuro centro de arte para lo contemporáneo en el país. Una obra de esta envergadura, supone un largo camino de consultas y aprobaciones legales que hoy se acometen con las entidades competentes, insertándose en un plan maestro que busca reconfigurar esa importante zona política, social y cultural de la ciudad.
Funcionalmente, el proyecto se divide en dos sectores: uno destinado al intercambio con el público y otro especialmente proyectado para albergar los fondos de la joven Colección junto a los acervos del resto de las instituciones del CNAP. El primero contará con una sala de exhibición en la cual se proyectarán exposiciones que visibilicen las obras de la institución; un centro de información dedicado no solo a investigaciones relacionadas con la Colección, sino también con el coleccionismo de arte en sentido general en aras de brindar servicios a las personas interesada en el tema, y otras instalaciones de acceso al público como librería de arte y cibercafé. El segundo espacio será de acceso restringido y contará con secciones delimitadas por manifestaciones para guardar las obras de arte que poseerá la tecnología necesaria en pos del correcto cuidado y conservación de las piezas.
La culminación de «El Almacén» que está prevista para el año 2017, contribuirá no solo a incrementar el prestigio del coleccionismo institucional en Cuba, sino también a consolidar un ambiente cultural favorable en la ciudad. La coautoría de Jean Nouvel en este proyecto constituye un valor añadido para el disfrute del pueblo cubano, una llamada de atención, un ejemplo más de la generosidad que suscita en el mundo la persistencia de este pueblo en su gesta emancipadora. Según Gilbert Brownstone: «No se trata de una acción particular para visibilizar el arte cubano, sino específicamente, para propiciarle a la nación un espacio para el desarrollo cultural de sus ciudadanos.»
Futuras ediciones de ArteCubano abundarán en otros detalles de «El Almacén», sus acciones constructivas, proyectos de relación con el entorno, así como de la colección que lo genera, sus nuevas adquisiciones y exposiciones.