A SU TRIGÉSIMO PRIMERA EDICIÓN ARRIBA UN FESTIVAL QUE CLASIFICA ENTRE LOS MÁS TRASCENDENTALES SUCESOS CULTURALES DE NUESTRA ISLA
El Festival Internacional Jazz Plaza es uno de los eventos más esperados y seguidos del amplio panorama artístico-cultural de la Isla. Esta comunión de grandes intérpretes del género de Cuba y el mundo surgió a partir de una serie de encuentros organizados por el maestro Bobby Carcassés durante el año 1980 en la Casa de la Cultura de Plaza, en La Habana.
Durante la década de los ochenta, el festival se arraigó gracias al progresivo aumento de sus participantes, su impacto artístico-social, y a la inserción de diversas instituciones, entre las que se destacaron —por su labor colateral a la gestión del evento— el Centro Nacional de Música de Concierto, la empresa Armando Romeu y el Centro Nacional de Música Popular.
Desde sus primeras ediciones, propició el intercambio entre jóvenes y consolidados representantes del jazz cubano y foráneo. Así, hicieron derroche de virtuosismo en nuestros escenarios figuras de la talla de Dizzy Gillespie, Tete Montoliu, Roy Hardgroove y Ronnie Scott, entre otros, lo que también le permitió alcanzar renombre mundial. Por tal razón, en lo consecutivo hubo una reiterada participación de otros grandes artistas internacionales que generaron importantes procesos de retroalimentación desde y para la escena del jazz cubano.
De igual manera, el circuito jazzístico de la Isla se enriqueció con actividades colaterales de gran importancia, como la creación, en 2004, del Coloquio Internacional de Jazz. Dicho encuentro teórico posibilitó que se organizaran clases magistrales, talleres de interpretación, presentaciones de producciones discográficas, audiovisuales y sitios digitales, así como de trabajos investigativos realizados por disímiles especialistas desde variadas perspectivas.
También, a lo largo de su trayectoria, el Jazz Plaza ha facilitado la interinfluencia entre escenas musicales a partir de la confluencia de este género con otros como la música popular bailable, la cancionística, la rumba y el rock.
Todas estas acciones han potenciado gradualmente la creación jazzística desde las más diversas aristas, al tiempo que ha visibilizado no solo a importantes creadores e intérpretes, sino además el quehacer de publicistas, críticos, especialistas, estudiantes, trabajadores de los medios de comunicación y personal técnico.
Pese a sus treinta y cinco años de recorrido, la de este año constituye la edición treinta y uno de esta cita entre jazz man, estudiosos y seguidores del género, debido a algunas apariciones bianuales, en sus momentos iniciales, de un evento que durante su historia ha recibido diferentes nombres, como Festival de Jazz y Festival Latino de Plaza, hasta terminar por denominarse como hoy lo conocemos: Festival Internacional Jazz Plaza.
Esta vez, del 17 al 20 de diciembre, los espacios habaneros se prestigiaron con diversas agrupaciones de heterogéneas procedencias: Estados Unidos, Puerto Rico, México, Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela, Canadá, España, Alemania, Polonia, Francia, Italia, Japón, Australia, Austria, Noruega… De nuestro país estuvieron representadas en la programación no solo cultores capitalinos del afamado estilo, sino además de las provincias de Santiago de Cuba, Camagüey y Matanzas.
A escenarios imprescindibles como la Casa de la Cultura de Plaza y el Teatro Mella, se sumó el Pabellón Cuba, con una propuesta especial que promovió a los ganadores del Concurso Internacional de Jóvenes JoJazz, indudable cantera artística del Jazz Plaza. Este céntrico recinto ferial fue intervenido por Nelson Domínguez, Premio Nacional de Artes Plásticas de Cuba, y constituyó la sede principal del Coloquio Internacional de Jazz.
No faltaron actividades colaterales en sitios como los Jardines del Mella, el Palacio de la Rumba, el Club La Zorra y el Cuervo, el Café Miramar, la Sala Avenida, la Sala Teatral Raquel Revuelta y la Fábrica de Arte Cubano.
El Centro Nacional de Música Popular, actual organizador del evento, tuvo a su cargo un espacio televisivo informativo, el Notijazz, además del diario impreso Jazz Plaza, que posibilitaron otras zonas de intercambio y actualización con respecto a lo que acontece durante el festival.
Y fue así, con la presencia de grandes figuras del arte sonoro jazzístico universal, que pudimos disfrutar de uno de los más trascendentales sucesos culturales de nuestra Isla: el Festival Internacional Jazz Plaza 2015.