Por: Liliana Molina / Fotos: Fernando Medina
Con la inauguración de Las preguntas, en diciembre de 2017, la artista peruana Patssy Higuchi reunió un conjunto de obras en las que exploraba a fondo la representación social de la mujer. Sus preguntas generaron otras que intentaban develar, por ejemplo, cómo define su trabajo políticamente o si lo adscribe a algún tipo de movimiento feminista.
“Sé que hoy se exige de manera urgente una militancia, pero yo no opto por ningún feminismo, no me gustan los ismos. Mi trabajo como discurso público es mi manera de participar en la vida social, y eso ya es bastante militante”, declaró en una entrevista publicada en el diario El Comercio.
Quizás por algunas de las mismas razones que subyacen en los estereotipos sobre los cuales reflexiona, la obra de Patssy Higuchi ha motivado esos cuestionamientos. Y ella ha debido, entonces, hacer aclaraciones como esas: la naturaleza de su arte responde más a una visión personal, que a tendencias, rótulos o filiaciones transitorias.
Tal perspectiva no es única de Las preguntas. Su regreso a La Habana con la muestra personal Mapa doméstico, en la Galería Latinoamericana de Casa de las Américas, confirma la singularidad de una poética que dialoga en torno a los tradicionales roles femeninos, desde la interconexión con el ámbito privado.
Inaugurada con la presencia de Guido Toro, embajador de Perú en Cuba, y miembros del cuerpo diplomático acreditado en la Isla, la expo traza una especie de cartografía en la que se aborda el espacio o lugar de la mujer en nuestras culturas, y el proceso de deconstrucción que realiza la artista a partir de esas representaciones. Un acercamiento que —como señaló la curadora Silvia Llanes en la apertura— es capaz de proyectar su mundo personal no solo a las preocupaciones femeninas, sino también a las preocupaciones humanas.
“Lo más importante para mí en este momento es ubicarme en una postura que genere, dentro de nosotras mismas, cuestionamientos. Creo que es fundamental que pensemos acerca de todo lo que tenga que ver con nuestra condición femenina”, aseguró Patssy Higuchi en diálogo con Arte por Excelencias.
Desde 1994, su obra ha formado parte de exposiciones personales y colectivas en Perú, Estados Unidos, Brasil, Honduras, Costa Rica, Colombia, España y México. A Cuba viajó por primera vez hace más de una década, y reconoce que fue una experiencia vital para su trayectoria.
“Llegué aquí en el 2001, y mi esposo, que era grabador, me llevó al Taller Experimental de Gráfica de La Habana. Entre los años 1990 y 2000, yo había estado trabajando fuertemente con asuntos que tenían que ver con la imagen de la mujer. Cuando llegué al Taller, no sé por qué hice una asociación de la litografía con el estereotipo femenino desde la publicidad y mi trabajo anterior relacionado con ese tema. Había aprendido como estudiante algunas técnicas de grabado, pero en el Taller las reforcé. Me enseñaron litografía y calcografía. Y produje durante dos años de manera fuerte, participé en el Premio la Joven Estampa... Fue una época muy importante para mí”.
Mapa doméstico, que podrá apreciarse hasta el próximo mes de julio, retoma el vínculo de Patssy con Casa de las Américas, donde ya había inaugurado la exposición Tres, en el 2007. Según explicó, el proyecto comenzó a gestarse a finales de enero del año pasado, cuando regresó a la capital cubana para exponer su obra en la Casa Museo Oswaldo Guayasamín.
“Silvia me planteó la posibilidad de hacer algo en Casa de las Américas, y desde ese momento me puse a trabajar. Tuvimos una serie de conversaciones, pero creo que el hecho de que ambas seamos mujeres nos llevaba constantemente a ciertos temas que nos afectan y nos competen. Con esas conversaciones empezamos entonces a armar un mapa de cómo sería la exposición”.
Las indagaciones en torno al sujeto femenino son el principal nexo conector de toda su obra. Incluso la diversidad de formatos, técnicas y soportes —pinturas, dibujos, cerámicas, libros-objeto…— responde a ese interés por visibilizar asuntos que, ya sabemos, no competen solo a las mujeres.
“Probablemente es un tema que me ha interesado siempre; sin embargo, se hizo más evidente y tomó más presencia a raíz de mi último embarazo. El que haya sido una niña me hizo tomar conciencia de mi relación como madre con otra persona que era de mi mismo género; me hizo recordar mi infancia, mi propia relación con mi madre, y una serie de cuestiones que me conectaron con este universo.
“Aunque seguí creando y produciendo obras, decidí hacer una pausa en mi carrera, me tomé un tiempo para hacer un viaje interior, analizar mi situación y, junto con la mía, la de todas las mujeres que conozco. Retomé una serie de preguntas que tienen que ver con nosotras las mujeres, porque me veía reflejada en ella. Empecé a identificar en los juegos que hacía con mi hija y en las cosas que ella recibía socialmente, asuntos que me parecían muy fuertes por ser mujer, lo cual no había notado antes porque mis dos hijos mayores son hombres.
“Con Mapa doméstico estoy cerrando todo ese ciclo de años de trabajo para pasar a otra cosa que igualmente considero va a estar relacionada con la condición femenina. No sé lo que va a venir después de esta muestra, pero probablemente sea una continuidad, porque siempre voy a trabajar sobre lo que me pasa y lo que me rodea”.
