El concierto 100 de la Gira de Silvio Rodríguez por los barrios cubanos tendrá lugar el próximo 29 de marzo en el barrio Jesús del Monte, municipio 10 de octubre, zona afectada por el paso del tornado del 27 de enero pasado, y tendrá como invitada a la agrupación Yoruba Andabo.
En la calle Quiroga entre San José y Reyes, de Jesús del Monte será la próxima cita del trovador con el pueblo; en el sitio Zurrón del Aprendiz, se convoca a todos a sumarse a este concierto en el que a partir de las 6 de la tarde se estarán recogiendo libros infantiles y juveniles para donar a una de las escuelas del barrio. A dicha donación se sumarán los libros que habitualmente regalan editoriales como el Centro Pablo, la Editora Abril, el centro Martin Luther King, la editorial Capitán San Luis, el sello Ojalá, entre otras.
Este proyecto inició hace 14 años porque un policía cubano le pidió a Silvio que cantara en un barrio desfavorecido y con muchos problemas conductuales. El trovador atendió este pedido e inició así una experiencia inédita en la historia de la música cubana y que tiene raíces en los principios del Movimiento de la Nueva Trova y de las presentaciones de sus fundadores en escuelas, barrios, centros de trabajo, unidades militares y locaciones campesinas.
Con la gira por los barrios menos beneficiados cultural y socialmente, Silvio comenzó a cantarle a muchos de los que nunca habían ido a sus presentaciones en teatros; a muchos que nunca había escuchado canciones suyas por propio interés; a muchos que hasta el momento antes de llegar al barrio no les importaban los temas que cantaba.
Y no es que haya ocurrido un milagro; muchos siguen viviendo en las mismas condiciones que antes de pasar por allí la poesía, pero al menos pasó y por unas dos horas disfrutaron la buenaventura de la música y la lírica.
Decir que el momento mágico, que lo es, les cambió la vida, si no masivamente, a algunos puede que sí, porque de hecho, sus canciones han cambiado la vida de muchos de muchas generaciones.
Las giras de Silvio están filmadas en su totalidad a solicitud del Comandante Fidel Castro Ruz; a partir de esas filmaciones se produjo el documental Canción de barrio, de Alejandro Ramírez, que testimonió 34 conciertos realizados durante los dos primeros años del proyecto.
También esta «Gira interminable», como la ha llamado Silvio, por los barrios con mayores problemas habitacionales y sociales de La Habana, ha propiciado la publicación de un libro de la autoría de Mónica Rivero y Alejandro Ramírez que reúne testimonios, crónicas, entrevistas y ensayos, así como más de 200 imágenes de 44 conciertos que quedaron registrados en el mismo, cuyo prólogo es del eminente historiador cubano Fernando Martínez Heredia.
El autor de El necio, necio de hecho confeso y demostrado, también tiene documentados en fotografías sus conciertos por los barrios, sus propias fotografías.
No podría decirse que un concierto haga reflexionar a muchos, pero al menos es inevitable la emoción, esa que provoca la bella música y la buena poesía, e indudablemente, sino una proeza, sí un proyecto hermoso, humano y estéticamente válido, de especial impacto cultural y social, han hecho posible el trovador y los que acostumbradamente lo acompañan: la reconocida flautista Niurka González, Jorge Aragón (piano), Jorge Reyes (contrabajo), Rachid López (guitarra), Maykel Elizarde (tres), Emilio Vega (vibráfono y percusión), y Oliver Valdés (batería y percusión).
Ojalá, El necio, Óleo de una mujer con sombrero, Pequeña serenata diurna, Quien fuera, Yo te quiero libre, De la ausencia y de ti, Velia, Te amaré, Óleo de mujer con sombrero, Quién fuera, Eva, Ángel para un final, Pequeña serenata diurna, La era está pariendo un corazón, y todos los temas que ha cantado Silvio en los barrios, han afianzado la profundidad artística y la calidad moral de este suceso cultural que ocurre allí, donde viven los ciudadanos menos visibles en los medios de comunicación.
También han enriquecido el gesto los virtuosos invitados, poetas y músicos, que han ofrecido al público una gran variedad de estilos, géneros y maneras de hacer la música; entre muchos más de estos se cuentan Frank Fernández, Digna Guerra y su Coro Entrevoces, María Elena Pena, Robertico Carcacés, Víctor Casaus, Polito Ibáñez, Vicente Feliú, Los Papines, y William Roblejo, Alexis Díaz Pimienta, Grupo Compay Segundo, Roberto Fonseca, Diana Fuentes, y el Dúo Jade.
A 99 barrios cubanos ha llevado ya Silvio sus canciones; entre ellos La Ceiba, Barbosa, San Francisco de Paula, Callejas, Pogolotti, Atarés, Tamarindo, Pueblo Nuevo, Reparto Eléctrico, La Corea, Lutgardita, El Romerillo; el 99 en Modelo, Regla, también castigado duramente por el fenómeno inesperado y demoledor.
Ahora, el próximo 29, el Premio Nacional de la Música 2004, va a cantar muy cerca de la otrora Calzada de Jesús del Monte, cantada por otro poeta mayor cubano Eliseo Diego, y aunque nunca lo ha dicho, en cada concierto podía haber saludado diciendo como otro gran bardo: «Yo vengo a ofrecer mi corazón».