El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta Eleuthera, la última serie del artista irlandés Sean Scully. Exposición comisariada por Elisabeth Dutz y Helena Juncosa, que muestra el regreso del artista a la figuración y las diversas perspectivas artísticas de la abstracción mediante las pinceladas del artista. La muestra se compone de más de cuarenta obras entre pinturas, fotografías y dibujos, la mayoría de ellas de gran formato. El artista crea obras que invitan a reflexionar al espectador sobre la libertad en la creación de imágenes cotidianas y sobre el papel de la paternidad, centrándose en la interpretación del retrato de un niño esbozando la silueta de su hijo Oisín. Sus trabajos se caracterizan por la utilización de formas geométricas y una paleta colorida cuyo equilibrio deriva únicamente de la intuición y no de la construcción racional. Podrá ser visitada hasta el 19 de enero de 2020.
"Creo que vivimos en la era del arte más grande de la humanidad hasta ahora. El arte es más poderoso, más influyente que nunca en la historia del arte" en palabras de Sean Scully Eleuthera es el regreso del pintor a la figuración después de cincuenta años de producción enfocada a pinturas principalmente abstractas y expresionistas.
La obra de Sean Scully (Dublín, 1945) comenzó con un enfoque figurativo, aunque pronto se declinó por la abstracción y el arte geométrico bajo la influencia del expresionismo abstracto. Debido al influjo del minimalismo, sus composiciones planas y geométricas en tonos oscuros que evolucionaron a líneas más fluidas con una paleta cromática más colorida.
El título de la exposición Eleuthera proviene de la palabra griega en su forma femenina "Eleutheros" que significa libertad y además da nombre a una de las islas del archipiélago de las Bahamas, donde el artista suele disfrutar de sus vacaciones con su familia. Eleuthera es una interpretación contemporánea del retrato de un niño en la modalidad de pintura figurativa.
La exposición reúne 44 obras comprendidas entre (2015–2018) que destacan por su sorprendente figuración. Sus obras parecen representar la ruptura radical de Scully con un enfoque artístico que ha seguido constantemente desde 1970.
El origen de las pinturas de Eleuthera comienza con la captura de fotografías del artista a su hijo y su mujer en una playa de las Bahamas mientras este juega en la arena. Al revisarlas en su terminal reflexiona sobre la falta de emociones que le trasmiten, por ello, decide realizar unos bocetos a rotulador que plasmen esas emociones, posteriormente decide recrearlas otorgándoles color para completar la obra. Es por esto que Eleuthera se compone de fotografías, dibujos en papel y pinturas sobre aluminio.
Las 6 series de fotografías y el retrato fotográfico de su hijo recrean las diversas escenas cotidianas que se pueden dar en una jornada playera y en el día a día en la vida de un niño, de esta manera, el artista reflexiona sobre los detalles cotidianos de la infancia.
Sus 9 dibujos realizados en rotulador sobre papel en blanco y negro plasman sus ideas de una manera rápida y precisa en tono monocromático intentando captar la emoción o sentimiento del momento.
Las 22 pinturas y tríptico están realizadas sobre aluminio, un soporte que no absorbe la pintura, por ello, en la superficie de la imagen se observan pinceladas ásperas de diversos colores revelando en ocasiones al espectador el soporte.
El artista trabajó simultánea e independientemente tanto en las imágenes figurativas de su hijo de ocho años Oisín como en sus pinturas geométricas abstractas. Esta muestra reflexiona sobre la paternidad y el rol que ocupan en la vida de un niño usando la silueta de su hijo a través del enfoque figurativo, además el pintor continúa su investigación sobre la horizontalidad y verticalidad enfocadas en la abstracción.
Su faceta como pintor figurativo no está desligada de la abstracta puesto que en sus obras utiliza elementos geométricos como el cuadrado, círculo o la raya representados por una gran cantidad de colores vibrantes. No es una ruptura con su obra, es un nuevo modo de transmitir sus escenas más íntimas. Eleuthera se presenta como un tributo evidente a las diversas perspectivas de las prácticas artísticas.
Sus obras son una invitación sin restricciones para que el espectador reflexione sobre la paternidad y participe en la libertad que caracteriza la creación de imágenes cotidianas y su posterior creación artística. Scully muestra una escena cotidiana en la playa con su hijo rodeado por una trinchera llena de agua en la que construye una montaña de arena recreando la fortaleza de un castillo, acompañado de juguetes y ataviado con una camiseta y un sombrero que protege al niño del sol caribeño o con una toalla atada para crear un turbante.
En la mayoría de las obras la silueta del niño aparece rodeada por un círculo como si de una cuestión psicológica se tratara, la figura debe crearse y proteger su lugar en el mundo que al mismo tiempo se nutre de la protección de sus padres. Esta práctica en la obra del artista está influenciada por una creencia en el círculo como defensa de los castillos en la época medieval.
Considerado como uno de los artistas abstractos más destacado del panorama internacional, sus obras están influenciadas por artistas como Pablo Picasso, Henri Matisse, Jacopo Pontormo o Mark Rothko, entre otros.
El artista rinde homenaje al pintor malagueño Pablo Picasso a través de Eleuthera [Arena azul con camisa negra y naranja] (2017) con la representación del brazo verde en algunas de sus obras, como si hubiera sido sacado de The Pipes of Pan (1923) o Paul Drawing (1923), de este modo, se aleja de la corriente surrealista y fauvista.
En el caso de la obra Eleuthera [Arena rosa con camisa azul marino] (2017) destaca por su riqueza cromática y la composición circular que se relaciona con una serie de pinturas de Henri Matisse, como Notre-Dame en la última hora de la tarde (1902) o Purple Cyclamen (1912). Del mismo modo, destaca la coloración de la obra Eleuthera con el asombroso Entierro (1525–28) de Jacopo Pontormo en la iglesia de Santa Felicità en Florencia, sobre el altar de la Capilla Capponi, se aprecia la influencia de la modernidad y el manierismo en el trabajo del artista.
Eleuthera (2017) [Arena roja, cara marrón, un sombrero, un brazo verde, y un torso negro] constituye la representación parcialmente figurativa de Oisín. Esta aparición policromática del niño se acompaña de una representación abstracta de un par de objetos dentro de un exuberante terreno circular azul. Esta pintura figurativa de Scully es una metamorfosis extraña y colorista del Número 18 (1951) y Sin título (1951) de Mark Rothko, como si la primera entregara los colores naranja, rosa y blanco, mientras que la segunda dio paso al azul, verde y marrón.
Scully nos instiga a reflexionar sobre la dualidad que representa sus nuevas figuraciones como cuerpo-mente, físico-percepción, sustancia-visión, ser-ver, objetividad-subjetividad y semejanza-abstracción.
Aunque esta nueva serie pictórica invierte principalmente la metodología abstracta que ha establecido su lugar dentro de los anales de la historia del arte, el manejo expresionista del artista del pincel está presente en toda la superficie de la imagen.
Las pinturas de Eleuthera se suspenden entre realismo y abstracción, mientras se apartan tanto de la perspectiva geométrica como de los cánones de las imágenes fotográficas.
El espacio principal del CAC Málaga acoge Eleuthera de Sean Scully hasta el 19 enero de 2020, en colaboración con el Albertina Museum de Viena, Austria.
Sean Scully (Dublín, Irlanda, 1945) estudió en el Croydon College of Art (1965-68) y la Universidad de Newcastle (1968-72). Recibió la Beca Frank Knox en Harvard a principios de la década de 1970 y una Beca Harkness en 1975, posteriormente se instaló en Nueva York. En 1989, Scully fue nominado por primera vez para el Premio Turner, con una segunda nominación en 1993. En 2015, rediseñó la Capilla de Santa Cecilia junto a la Abadía de Montserrat en Cataluña. Scully ejerció la docencia en la Chelsea School of Art and Design, Goldsmith's College, Princeton University y fue profesora en la Academia de Bellas Artes de Munich. Actualmente vive y trabaja en Nueva York, Londres y Alemania.
De su trayectoria profesional se destacan sus primeras exposiciones individuales en la Rowan Gallery, Londres, Inglaterra (1973) y la Galería Duffy-Gibbs, Nueva York, EEUU (1977). Su primera retrospectiva tuvo lugar en la Galería Ikon, Birmingham, Inglaterra (1981). Ha expuesto en diversos lugares del mundo como en Carnegie Museum of Art, Pittsburgh, Pensilvania (1985); Whitechapel Art Gallery, Londres, Inglaterra, Palacio Velázquez, Madrid, España y Städtische Galerie im Lenbachhaus, Múnich, Alemania (1989); Sala de exposiciones Rekalde, Bilbao, España (1997); Sara Hildén Art Museum, Tampere, Finlandia y la Galería Nacional Australia, Canberra en (2004); Metropolitan Museum of Art, Nueva York, EEUU (2005); Dublín City Gallery, Irlanda (2006); Fundación Miró, Barcelona, España y Museo de Arte Contemporáneo de Roma (MACRO), Roma, Italia (2007-2008); Ulster Museum, Belfast, Irlanda (2009); el Museo Liauning / Neuhaus, Austria (2014 – 2015); Museo de Arte de Guangdong, China (2016 – 2017); Cuadra de San Cristóbal, México (2018); la National Gallery of Art, Londres, Inglaterra (2019); entre otras.