Pistoletto toma por asalto un viejo castillo de la urbe habanera hoy en el olvido para presentar la exposición Tercer paraíso, un laboratorio de arte responsable.
Por Jorge Fernández Era
Michelangelo Pistoletto nos tiene acostumbrado a estas cosas. En diciembre de 2014 —coincidiendo, sin proponérselo, con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos— presentó en la desembocadura del río Almendares su performance «Tercer paraíso… Continua». El 30 de abril de 2015 inauguró en La Habana la sede de la Embajada en Cuba del proyecto Rebirth / Tercer Paraíso / Arte Continua. El 12 de mayo de 2016 se presentó su libro Omniteísmo y democracia. Así, año tras año, múltiples proyectos que no caben en una escueta información.
Ahora se aparece con otra de las suyas: tomar por asalto un viejo castillo de la urbe habanera hoy en el olvido, una construcción increíble en medio de la tupida vegetación del Parque Metropolitano de La Habana, para presentar la exposición Tercer paraíso, un laboratorio de arte responsable, junto a Juan Sandoval y Alejandro Vásquez (de ElPuente_Lab), Mariangela Aponte, Savina Tarsitano (del Proyecto Kid’s Guernica), Juan Carlos Rodríguez, Byrom Coto y Rayner Pantoja.
La muestra, curada por Laura Salas Redondo y Erick González León, con museografía y producción de Gabriela Román González y diseño de Alejandro Romero Rosell, es continuidad del proyecto Tercer paraíso y se inserta en la amplia programación de la Jornada de la Cultura Italiana en Cuba. Veamos que no dice al respecto el propio Pistoletto: «El término paraíso se deriva de la antigua lengua persa, y significa “jardín protegido”. Nosotros somos los jardineros que debemos proteger este planeta y atender a la sociedad humana que lo habita. El símbolo del Tercer paraíso, reconfiguración del signo matemático del infinito, está formado por tres círculos consecutivos. Los dos círculos externos representan todas las diversidades y antinomias, entre las que se encuentran la naturaleza y el artificio, dos mundos que han entrado en colisión en estos momentos; mas el término artificio tiene como raíz la palabra arte, por ello el arte asume ahora responsabilidades esenciales en el renacimiento global. El círculo central es la compenetración armónica y equilibrada entre los opuestos y representa el vientre procreativo de la nueva sociedad».
Fiel a sus postulados estéticos, el artista italiano imparte en estos días en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso el Forum Rebirth «Geografía de la transformación», participa también en la exposición Las ciudades invisibles —a inaugurarse el próximo sábado 2 de diciembre en la sede la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba—, y demostrará una vez más su inmensa pasión por la Isla cuando done su obra Thirteen less One al Museo Nacional de Bellas Artes.
Es la tercera ocasión que Michelangelo Pistoletto visita el castillo de los Jardines de La Tropical. «Es una emoción extraordinaria. Cada vez que vengo aquí descubro cosas nuevas. Es un lugar mágico al que siempre quiero volver. Aquí se pueden desarrollar muchísimas acciones para el futuro. Es una lástima que este lugar no se aproveche más en beneficio de la población. Sería muy feliz de poder acordar algún apoyo económico para hacerlo funcionar».
Ya lo oyeron. ¿Qué nueva aventura artística se traerá entre manos?
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