Ya está disponible en la primera planta del Centro Botín una nueva serie de exposiciones que ofrecen tres perspectivas simultáneas sobre las obras de la colección de la Fundación Botín mostradas en diferentes contextos.
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Por un periodo inicial de un año será posible visitar este nuevo concepto expositivo que aprovechará el eclecticismo de la colección para generar una nueva mirada del visitante hacia la obra de arte, que será mostrada en diferentes contextos.
De esta forma, la primera planta del Centro Botín añadirá a su exposición permanente Retratos: esencia y expresión —con obras cedidas generosamente por Jaime Botín, patrono de la Fundación- y a la sala que alberga las esculturas de Joan Miró, prestadas por los herederos del artista, una serie de tres muestras con obras provenientes de la colección de la Fundación. Según Benjamin Weil, director artístico del Centro Botín y comisario de la exposición, “Con “Arte y arquitectura: un diálogo” comenzamos a explorar nuevos formatos expositivos para mostrar y contextualizar la colección, generando nuevas narrativas a partir de unos diálogos originales entre las obras de los fondos de la Fundación Botín”.
Miradas al arte pretende ahora ofrecer hasta tres perspectivas simultáneas en un formato expositivo más íntimo, en el que poder presentar las obras y cuyo hilo argumental podrá coincidir con el de la exposición de la segunda planta, siempre y cuando resulte enriquecedor. “Cada muestra cambiará en función de su propio calendario, pudiendo así continuar abiertas las otras dos salas durante el cambio de exposición de la tercera”, puntualiza Weil.
Primeros módulos de la serie
Las salas albergan en estas primeras “miradas” Pintura, siendo una interesante oportunidad para acercarnos a ella desde una perspectiva diferente y complementaria; Series, haciendo referencia a la narrativa que se despliega con la exhibición de un grupo de imágenes contiguas, y Arte y arquitectura, un espacio concebido -en esta ocasión- como una prolongación de la exposición “Arte y arquitectura: un diálogo” de la segunda planta.
Pintura
En 1968 Sol LeWitt comenzó a plantearse la relación entre la obra de arte y el espacio expositivo a través de su serie de Wall Drawings (dibujos murales). Así, al pintar directamente sobre la pared y eliminando por tanto el lienzo, proponía la desintermediación de la obra como esencia de la nueva dinámica. Pero no sólo LeWitt, sino muchos otros artistas ya en aquella época empezaban a debatir sobre el formato y la conveniencia o no de enmarcar el lienzo pintado, entendiendo la pintura no sólo como materia, sino también como formato: un objeto bidimensional que se expone colgado en una pared.
Para muchos artistas, la pintura es, en esencia, un gesto, algo que lleva en sí la huella de la mano del pintor, circunstancia no menor en una era caracterizada por la tecnología y la producción mecánica; otros se acercan al medio desde un ángulo más conceptual. La de la representación continúa siendo hoy, en pleno siglo XXI, una preocupación recurrente, como lo fuera en tiempos de Altamira. La pintura puede aplicarse directamente sobre una pared u otro tipo de superficie que, en el pasado más reciente, solía traducirse en un lienzo tensado. Su materialidad forma a menudo parte de las reflexiones de los artistas contemporáneos. La primera parte del siglo XX fue testigo de la llegada de la abstracción, seguida de nuevas formas de enfocar la figuración.
En este caso, la sala alberga una selección de pinturas que exploran la naturaleza evolutiva de la representación a través de las obras de Jannis Kounellis, Sol LeWitt, Rogelio López-Cuenca, Joan Hernández Pijuan, Julião Sarmento, Juan Ugalde y Juan Uslé.
Arte en Serie
El término “serie” se refiere al proceso por el que un artista trabaja iterativamente, siendo un buen ejemplo de ello las catedrales y pajares que Claude Monet comenzó a pintar a comienzos de la década de los noventa del siglo XIX. También puede hacer alusión a la narrativa que se despliega con la exhibición de un grupo de imágenes contiguas, siendo ésta la orientación principal de las obras que aquí se exponen y que presentan una cualidad de algún modo cinematográfica, que podría asimismo remitir a la estructura narrativa del cómic.
Esta sala incluye obras de Basma Alsharif, Bleda & Rosa, André Guedes, Paul Graham, Asier Mendizabal, João Onofre, Mabel Palacín, Oriol Vilanova, Jorge Yeregui y David Zink-Yi. Será al espectador a quien corresponde decidir si valorar individualmente cada elemento de una serie o su contribución al conjunto en el que se encuadra, pudiendo así plantearse una reflexión sobre la dinámica que puede darse entre las imágenes que conforman una obra y, al mismo tiempo, la propia exposición como serie en sí misma.
Arte y arquitectura
En esta ocasión, esta sala funciona como prolongación de la exposición que con el mismo título puede visitarse en la segunda planta del Centro Botín. En ella la arquitectura no sólo se contempla como tema en sí mismo, sino que también lo hace desde la perspectiva conceptual del arte minimalista.
El espacio expositivo explora el territorio que comparten ambas disciplinas, ofreciendo distintos ángulos sobre la manera en la que los artistas se plantean, formal y conceptualmente, la arquitectura. Con todo, algunas de las obras que aquí se exponen se involucran dinámicamente en el espacio y proponen una reflexión sobre las lindes que separan la obra de arte del espacio que ocupa; otras, reflexionan sobre la naturaleza fundamental de la arquitectura y sobre cómo esta define nuestra estructura social y, por ende, todos los aspectos de nuestras vidas. Así, en la sala pueden contemplarse obras de Atsuko Arai, Nora Aurrekoetxea, David Bestué, Carlos Bunga, Nuno Cera, Eva Fàbregas, Juan López, Jorge Méndez Blake, Julia Montilla, Clara Montoya y Juan Luis Moraza.
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