La Galería Guillermo de Osma —en colaboración con la Galería Marc Domenech de Barcelona y la Galerie Le Minotaure de París— abre al público el 6 de mayo la primera exposición en España del artista de origen armenio Léon Tutundjian. Bajo el título “Geometría y abstracción”, la muestra se compone de más de cuarenta de piezas entre pinturas, relieves, collages, acuarelas y dibujos realizados entre 1924 y 1929, una de las épocas más importantes y fructíferas del artista.
Léon Tutundjian fue una de las figuras artísticas más destacadas del París de entreguerras. De hecho, fue uno de los artistas más relevantes en la consolidación de un particular modelo de arte abstracto, geométrico y orgánico al mismo tiempo. Entre la segunda mitad de los años 20 y el inicio de los 30, Tutundjian realizó muchas de sus obras más bellas e importantes. Se dedicó intensamente a hacer obra sobre papel en la que predominan los motivos lineales generalmente sobre fondos vaporizados, con motivos biomórficos, a veces dejándose llevar por el automatismo, otros manteniéndose en un terreno absolutamente geométrico.
Merecen especial atención los escasos relieves que han sobrevivido hasta nuestros días, de los que se pueden ver dos importantes ejemplos en la muestra. Son probablemente la contribución más relevante que Tutundjian realizó a lo largo de su producción artística. La combinación entre collage y object trouvé; los fondos pintados de un frío gris simulando una pared de cemento; la combinación de la madera con el metal; el frágil equilibrio entre peso y contrapeso, la recta y la curva, el círculo y el cuadrado; una sutil sensación de movimiento congelado; todo ello, convierte estas obras en unos magníficos ejemplares de esculto-pintura que se hermanan directamente con las obras ‘construidas’ por contemporáneos suyos como Tatlin, Rodchenko, Moholy-Nagy, y también Domela, Calder o Miró.
Léon Tutundjian (Amasia, Turquía, 1905 - París, Francia, 1968) nació en el seno de una familia armenia culta, puesto que tanto su padre, aficionado al violín, era profesor de física y química y su madre institutriz. A los diez años quedó huérfano de padre debido a las heridas sufridas durante un bombardeo del ejército turco. Realizó sus primeros estudios en Constantinopla (actual Estambul) y aprendió música, también a los 14 años aprende pintura y cerámica en la Escuela de Bellas Artes de dicha ciudad. Tras el fallecimiento de su padre y frente a las dificultades económicas por las que, por consiguiente, se vio sumida toda la familia, la madre se ve obligada a vender sus propiedades y posesiones para poder cuidar a sus hijos. En torno a 1921-22, Tutundjian consigue que le acepten en un buque con destino a Grecia junto a otros menores armenios también huérfanos, pese a que era mucho mayor que el resto de niños rescatados.
Tutundjian ingresó en el orfanato de Loutraki donde aprende el oficio de la cerámica y de la pintura sobre tela, posteriormente viajó a Venecia y llegó a París en torno a 1923-24, donde enseguida conectó con la vanguardia del momento. Participó en 1929 en la importante exposición internacional ESAC (Expositions selectes d’art contemporain), fue miembro del mítico y restringido grupo Art Concret (1930) de Theo Van Doesburg, que tanta transcendencia tuvo en la abstracción geométrica en Suiza y Latinoamérica en los años 40/50. También participó en Abstraction- Création (1931) y su obra fue expuesta en varias galerías de París y en muchos de los Salones que se celebraban durante aquellos años. Su obra estuvo siempre ligada a la geometría, excepto durante los años 40 y 50 en los que se acercó al mundo surrealista.
Léon Tutundjian, fue un hombre exigente, temperamental, poco sociable, pero con un firme espíritu de innovación. Su relación con el mercado del arte no fue nunca fácil y, pese a estar conectado con las élites artísticas de la época y pertenecer a algunos de los grupos vanguardistas más destacables del momento, nunca pudo ver como su obra recibía el reconocimiento que merecido. Precisamente por este motivo todavía permanece como uno de los artistas más misteriosos y enigmáticos de la vanguardia parisina. El hecho de que a día de hoy todavía persistan muchas lagunas biográficas no hace más que aumentar el misterio de su vida, a la vez que anima a recuperar su original y particular producción artística, para ponerla de nuevo en el centro de los debates sobre una época de la que todavía hay mucho que aprender y entender.
Con motivo de la exposición, se ha publicado un catálogo donde aparecen reproducidas todas las obras, y que incluye un ensayo de Juan Manuel Bonet.
Exposición: Del 6 de mayo al 19 de julio de 2019
Lugar: Calle Claudio Coello, 4 1º izq (Madrid)
En portada: Obra Sin título, 1926. Relieve sobre madera y metal 25 x 34,8 cm