La Fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua sobresale entre las de su tipo en Cuba por haberse erigido (1733-1745) antes de que se fundara la villa (1819) que supone debía proteger, la antigua Fernandina de Jagua, en la actualidad la bicentenaria ciudad de Cienfuegos.
Pero esa no es la única singularidad de esa reconocida construcción del siglo XVIII, obra del ingeniero José Tantete, Monumento Nacional y devenida en museo de historia, especializado en la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial y en fortificaciones militares de ese período, según expresó la MsC Marisol Otero Álvarez, directora de esa importante institución cultural, que hizo que el Grupo Excelencias encabezado por su presidente, el Sr. José Carlos de Santiago, atravesara la impresionante bahía sureña.
Con su estructura cúbica, dos niveles y puente levadizo (solo este funciona en el país), esta edificación se ubica justo a la entrada de la bahía «que en el siglo XVIII fue considerada por los pilotos de altura de los Reyes de España como la mejor de América, debido a sus 88,4 metros cuadrados, estaba rodeada de bosques de maderas preciosas, así como por hatos y corrales», explicó la especialista.
Surgió con el fin de preservar la bahía del comercio de contrabando, al tiempo que asentó el poderío español en la región centro sur de Cuba, afirmó Marisol.
Varias salas tiene la Fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua donde se exhibe un número modesto de colecciones, pero muy valiosas, le dijo Marisol a José Carlos de Santiago cuando este se interesó por las piezas que atesora. Entonces le mostró cómo había evolucionado el proyectil en América, los diferentes tipos de armas; la sala del Comandante, la de Tortura y aquella dedicada a la tradición pesquera, la Capilla, etcétera.
También se refirió a la red nacional que se gesta para agrupar a las fortificaciones defensivas cubanas, en sus objetivos y alianzas con vistas a preservar y estudiar el patrimonio militar construido.
Coordinadora del proyecto local «La Fortaleza como destino turístico», Marisol mencionó además al serio trabajo comunitario que se lleva adelante en este consejo popular que tiene 15 000 habitantes y está conformado por los barrios: La Loma, Campamento 7, Ciudad Nuclear y Castillo Peché, es justo en este último donde el Museo Fortaleza realiza su principal labor de rescate de espacios públicos, como la otrora Villa Mirtha, futuro Centro de Interpretación y Gestión del Patrimonio Inmaterial Marinero.
Adelantó, además, que próximamente se comenzará la reconstrucción del parque del Castillo.
Los anfitriones no dejaron partir a José Carlos de Santiago y su comitiva sin antes probar la comida marinera, o como allí se le llama, castillera, a base jaiba, arroz con pescado, ruedas de bonito y el sabrosísimo caldo marinero, elaborado para la ocasión por Saylí Arias, especialista del Museo que gentilmente los convidó a su casa.
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