En este mes de febrero la Cinemateca de Cuba arriba al aniversario 59 de su constitución y en el presente continúa cumpliendo su cardinal principio fundacional: la salvaguarda del patrimonio audiovisual de la nación cubana.
Este empeño abarca además el cuidado y conservación de muchas obras de la filmografía universal y la restauración de varias de las más notables producciones nacionales, entre ellas Una pelea cubana contra los demonios, Los sobrevivientes, La muerte de un burócrata y La última cena, todos dirigidos por Tomás Gutiérrez Alea, el ineludible Titón.
La Cinemateca de Cuba hace suyo el lema «Salvar el pasado para el futuro», esta es su incesante labor: preservar para las generaciones de hoy, pero sobre todo para las de mañana, la producción audiovisual cubana en cualquier formato.
Para celebrar los 59 años de esta ingente faena, la Cinemateca ha concebido una programación especial para los diez primeros días de febrero, conformada por cintas clásicas y contemporáneas de alta calidad en la que se distingue por su historia y significación un filme de estreno en Cuba considerado ya un clásico de la cinematografía universal: El otro lado del viento, película que dejara inconclusa el célebre actor, director, guionista y productor norteamericano Orson Welles (1915-1985), creador de la antológica y exitosa producción Citizen Kane (1941).
Welles dedicó seis años de su vida al rodaje escabroso y discontinuo de El otro lado del viento que culminó en 1976 pero nunca pudo terminar de editar.
Coincidentemente, este filme, de 122 minutos de duración, es la historia de un director que no puede terminar una película, y de la misma se ha dicho que es innegablemente, a pesar de no haberla terminado, una película de Orson Wells, con su estilo, y por demás, un filme anti-Hollywood.
Es una coproducción entre Francia e Irán y fue terminada el pasado año gracias a un trabajo de curaduría realizado por un equipo de profesionales, encabezado por Frank Marshall, que siguieron las anotaciones de Welles; fue estrenada igualmente en 2018 en el Festival de Venecia y se exhibe en Cuba de conjunto con dos documentales estadounidenses a propósito del mismo, ambos de 2018 y también de estreno en Cuba.
El primero, Un corte final para Orson: 40 años en la realización, de Ryan Sufferl que documenta el proceso de búsqueda de los fragmentos de la cinta El otro lado del viento así como de su restauración, a modo de Making Off.
Me amarán cuando esté muerto, de Morgan Neville explora los últimos 15 años de la vida de Orson Welles, y presta especial atención asimismo a este filme inacabado.
El cine silente estará presente en este ciclo con realizaciones tan transcendentales como la cinta alemana Nosferatu, una sinfonía del horror (1922), de F.W. Murnau, que es una libre adaptación de la novela Drácula, de Bram Stoker.
También silente es la primera versión de Ben-Hur (Estados Unidos, 1925), de Fred Niblo; considerado el más espectacular de todos los filmes silentes norteamericanos; es la historia de amistad y rivalidad entre un príncipe judío y un militar romano en tiempos de Jesucristo.
Se estrenará de igual forma en la Cinemateca una copia restaurada en alta definición de La película del rey (1985), opera prima del director del argentino Carlos Sorín que obtuviera el premio Goya al mejor filme extranjero; León de Plata en Venecia; Makhila de Oro en Biarritz, y Primer Premio Coral en el Noveno Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
El negativo del filme Los pequeños gigantes (México, 1960), del guionista y cineasta de origen canadiense Hugo Butler se encontraba desaparecido hasta que el archivo fílmico de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de los Estados Unidos lo encontró y restauró, por lo que se estrena en copia remasterizada.
Otra propuesta muy atractiva de este programa es el estreno nacional de la última película del realizador chino Zhang Yimou, titulada La sombra (2918), ganadora de los Golden Horse del Festival de Cine de Taipéi, al mejor director, a la mejor dirección artística, vestuario, maquillaje y efectos especiales visuales. Integró además la sección oficial (fuera de concurso) en el pasado Festival de Venecia y fue reconocida en el Festival Internacional de Cine de Toronto.
Para su director la cultura tradicional china siempre ha sido motivo de inspiración; en La sombra se apoyó en unos personajes llamados sosias (sombras) que en el período de los tres reinos combatientes (220-280), una de las épocas más sangrientas de la historia de China, habitualmente sustituían a personajes importantes para que estos evitaran riesgos.
Zhang Yimou, es uno de los directores más importantes del cine contemporáneo, ganador por dos veces del Premio León de Oro y poseedor de un particular estilo visual. Pertenece a lo que se conoce como quinta generación de la cinematografía de este país, un movimiento que surgió a mediados de los años setenta.
Once películas conforman este programa con que la Cinemateca festeja junto a los cinéfilos cubanos 59 años de trabajo consagrado a cuidar y promover el buen cine.
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