Es la publicación de moda más famosa del mundo y la que dicta las tendencias de estilo mundiales, como si de un catálogo de deseos se tratara… Pero también es una fuente de información de por dónde van las tendencias en fotografía, de cuáles son las fuentes de los grandes fotógrafos de moda, de cuáles son sus referentes. Y, en este sentido, el gran referente común es el mundo del arte y, en concreto, la pintura y sus grandes maestros.
Como aquellos, los fotógrafos buscan una escenografía perfecta, recrear un espacio, un teatro en el que representar el misterio, la elegancia, la furia, la sorpresa... Como en los lienzos, la luz, el dramatismo de unas sombras, la perspectiva forzada conduce la vista a un rostro, a una mano, a una figura que posa, que se descubre, se oculta o se exhibe. Fotografía y pintura enmarcan y congelan, así, con recursos comunes, la belleza, y de ésto, de belleza, sabe bien Vogue.
Vogue Like Painting muestra 62 imágenes organizadas en tres grandes géneros: el retrato, el paisaje y los interiores y bodegones, fotografías que con sus luces, colores e imaginario, conectan directamente con artistas como Zurbarán, Millais, Sargent, Gauguin, Dali, Magritte, Hopper… “La exposición muestra una atemporalidad en la pose de las modelos: una especie de lapso mental en el que todo está muy, muy quieto”, explica la comisaria de la exposición Debra Smith.
Fotógrafos como Cecil Beaton, Peter Lindbergh, Annie Leibovitz, Irving Penn, Mario Testino, David Sims, Patrick Demarchelier, Horst P. Horst o Steven Klein recrean conscientemente obras clásicas como La Joven de la perla de Vermeer versionada para Vogue por Erwin Blumenfeld, en 1945, y Erwin Olaf, en 2013; Mujer Sola de Camilla Akrans con un indiscutible aire Hopper; o la recreación que hace Michael Thompson de la Santa Isabel de Portugal de Zurbarán, con la fantástica modelo Karmen Kass.
Detrás de estas imágenes hay un genio compartido ya que sólo son posibles con el trabajo de un equipo de maquilladores, peluqueros, estilistas, atrezzistas, iluminadores, directores de arte… La exposición ha tardado 3 años en tener forma, 3 años rastreando en los archivos de Vogue, tan ricos, inspiradores y evocadores como las telas pre-rafaelistas o los estudios de Gauguin.
Fuente: http://www.art-madrid.com