Por Martha Cabrales Arias
Santiago de Cuba.- La Oda a Yemayá, que volverá una vez más a la playa Juan González, pondrá hoy un punto culminante en las jornadas del XXXV Festival Internacional del Caribe, que finalizará aquí este jueves.
Esa ceremonia mágico-religiosa pondrá un sello raigal en este jolgorio, al igual que lo hizo el espectáculo en homenaje a la rebeldía esclava, escenificado en el Monumento al Cimarrón, una escultura de Alberto Lescay situada en las cercanías del Santuario de El Cobre.
El Coloquio El Caribe que nos une, espacio teórico de esta Fiesta del Fuego, prosigue las disertaciones académicas entre las cuales sobresalen las dedicadas a los 500 años de esta ciudad, con enfoques hacia sus vínculos con el Caribe, legado monumental y la segunda intervención norteamericana.
Sesiones técnicas y presentación de los objetivos de la Red de Carnavales del Caribe, creada este lunes en el Ayuntamiento Municipal, han matizado también el evento, cuya inauguración popular se realizó con el Desfile de la Serpiente que con su vistoso colorido recorrió calles céntricas de la urbe.
Durante estos cinco días sesionaron los encuentros de poetas y comunicadores y los talleres internacionales de religiosidad popular, teatro, música, oralidad y educación, junto a exposiciones de artes plásticas y el lanzamiento de libros y revistas con temas afines al Festival.
Más de mil artistas, estudiosos y autoridades culturales de unos 40 países caribeños, latinoamericanos y europeos se han involucrado en este jubileo que desde hace 35 años, ininterrumpidamente, estremece a la ciudad bajo el auspicio de la Casa del Caribe, fundada en 1982 por Joel James Figarola.
Como sucede habitualmente en las postrimerías de cada edición, ya se anuncia Costa Rica como nación invitada de honor para el 2016, cuando justamente al centro del verano los santiagueros vuelvan a abrir sus brazos y corazones al Caribe y mucho más allá.
Fuente: PL