Yan Pei-Ming (Shanghai, 1960) se autodefine como un artista “con raíces, pero sobre todo con alas”. En la exposición No comment se podrán ver 26 obras del pintor francés y que por primera vez va a exponer de forma individual en un museo español. Sus pinturas, la mayoría de gran formato, se caracterizan por estar realizadas con unos trazos gruesos y violentos en el lienzo, además de emplear escasos colores como son el blanco, el blanco y negro y el rojo. Trabaja con retratos de personalidades destacadas en la política, economía o religión, aunque también pinta a desconocidos o anónimos.
Para Fernando Francés, director del CAC Málaga: “(…)Yan Pei-Ming muestra en sus retratos estas incomodidades y verdades universales. A veces las disfraza de un personaje histórico, a veces son retratos de personas anónimas que poseen miradas perdidas que encierran tragedias compartidas. El artista lleva a un nuevo orden las convicciones tradicionales sobre la pintura. Sus trazos violentos sobre el lienzo parecen ser la excusa perfecta para repudiar todo aquello que se odia, que se quiere quitar, eliminar, sacando al exterior aquello de lo que se quiere huir. De manera magistral y con recursos mínimos, evoca un discurso complejo, lleno de aristas y de interpretaciones. Algo obsesivo en su obra es la muerte. Temática que ha ocupado manuales de historia, filosofía o literatura y que en las artes plásticas es abordada desde las primeras pinturas o esculturas de la Antigüedad hasta la actualidad. Para Yan Pei-Ming no es un tema trágico. Sabe que es inevitable y universal, es decir, nadie puede escapar de ella. Con esta premisa, se lanza sin miedo a retratar rostros sin vida. A veces los protagonistas son personalidades conocidas y en otras ocasiones son seres anónimos (Chambre froide, 2003), e incluso ha pintado el retrato de su padre muerto (Père de l’artiste à la morgue, 2004)”.
Pese a sus orígenes, evita que le encasillen como un artista con las influencias de un país o cultura determinadas. De hecho, para conseguir su sueño de ser pintor tuvo que abandonar en 1980 su país de origen y con veinte años se instaló en Francia. A partir de ahí, comenzó a investigar sobre las posibilidades de la pintura en el contexto actual y a reinventar el retrato como una forma de captar la esencia de las personas representadas. Se aleja del color para no distraer la mirada del espectador y de esta forma lograr atraer sus sentidos. Trabajos como Exécution, après Goya (2008) reinterpreta la conocida obra del pintor español El tres de mayo de 1808 en Madrid, (1814), pero incluyendo elementos como el uso del rojo, uno de los colores “violentos”, según lo define el propio artista.
De hecho, las referencias al pintor aragonés son un homenaje que el artista hace a Goya. Ambos actúan como cronistas de una época complicada, en algunos casos mostrando la parte menos amable y conocida de la historia pasada y reciente que les ha tocado vivir, como pueden ser los actuales conflictos bélicos (Char, 2013) o la crisis económica (Portrait de Bernard Madoff, 2009). Yan Pei-Ming entiende que a través de su pintura puede hacer más visibles estos problemas y otros que se derivan de la actual situación que viven algunos países por las permanentes guerras, como es el caso de los retratos de niños huérfanos víctimas de estos conflictos (Lebanese Child, 2006).
Enlazando con los retratos, Yan Pei-Ming también ha recurrido a la figura de Mao Tse-tung como un personaje que desde su infancia ha estado presente en su vida cotidiana. Al hilo de la muerte y de los temas autobiográficos, el artista ha pintado a su padre fallecido en algunos de sus trabajos, incluso su autorretrato aparece también expirando, o bien en obras en la que simulaba estar crucificado. La muerte es un tema recurrente en su trabajo, como algo inevitable y de lo que nadie puede escapar.
La religión también es un asunto que el pintor ha tratado en sus obras. Además de la crucifixión, los retratos de diferentes papas, como figuras principales y visibles del catolicismo, son otros trabajos en los que refleja su visión sobre esta religión. La obra Pape (2004), que no hace referencia a ningún Papa en concreto, estará expuesta en la Catedral de Málaga por expreso deseo del artista.
Yan Pei-Ming nació y creció en Shanghai y se trasladó a Francia en 1980. Estudió en la Ecole Nationale Des Beaux – Arts de Dijon. Entre sus exposiciones recientes destacan Childhood Landscape, UCCA, Beijing (2009); Les Funérailles de Monna Lisa, en el Musée du Louvre, París (2009); Yes, San Francisco, California (2009); Yan Pei-Ming with Yan Pei-Ming, GAMeC, Bérgamo (2008); Life Souvenir, Des Moines Art Center, Iowa (2008); You maintain a sense of balance in the midst of great success, David Zwinner, Nueva York (2007); The Yan Pei-Ming Show, Galleria Massimo De Carlo, Milan (2007); Execution, Musée d’Art Moderne, Saint- Etienne (2006), entre otras. También ha participado en numerosas exposiciones colectivas como Moi-Autoportraits du xxe siècle, Musee du Luxembourg, Paris (2004); New Zone-Chinese Art, Zacheta National Gallery of Art, Warsaw, Polonia (2003); La Bienal de Venecia (en 2003 y 1995) y en la Bienal de Lyon (en 2000 y 1997). Vive y trabaja entre Dijon e Ivry-sur- Seine.
Del 20 de marzo al 14 de junio de 2015