Entre las jornadas previas a la inauguración oficial de la Oncena Bienal de La Habana se mezclaron, este miércoles, el intenso trabajo de montaje de los artistas –en cada una de las sedes– con dos propuestas de galerías y empresas del país que hablan de una estrategia institucional dirigida a dar un nuevo impulso al mercado del arte cubano. Sin dudas es un excelente momento, pues visitan la capital cubana un número importante de coleccionistas, curadores, directivos de instituciones públicas y privadas de todo el mundo.
De Galería Habana, que representa a algunos de los artistas cubanos más conocidos internacionalmente, con un mercado “establecido”, recibimos la muestra colectiva Caos; mientras que varias instituciones sumaron sus esfuerzos para concebir la segunda edición de HB, una exquisita exhibición que tiene lugar en Pabexpo.
Confluyen, entonces, en La Habana, los aciertos curatoriales y los proyectos dirigidos a la promoción de varias generaciones de creadores cubanos, y a hacer cada vez más rentables las acciones de las instituciones vinculadas.