Unos 180 artistas invitados de 43 países confluirán en la capital cubana entre el 11 de mayo y el 11 de junio, cuando quede inaugurada oficialmente la Oncena Bienal de La Habana, bajo el tema «Prácticas artísticas e imaginarios sociales».
En conferencia de prensa efectuada este martes 8 en el Museo Nacional de Bellas Artes, Rubén del Valle Lantarón, presidente del Comité organizador del evento, declaró que «en un mundo como el de hoy, donde la palabra que constantemente se está repitiendo es la crisis civilizatoria, cultural, económica, ecológica», los que hacen posible este encuentro «apuestan una vez más por que el arte sea un instrumento para la indagación, para el cuestionamiento, el conocimiento, el entendimiento humano, y un elemento esencial para el enriquecimiento espiritual del hombre».
Asimismo, expresó que los organizadores de este foro consideran que el arte «no es solamente para las élites culturales, para los entendidos o los especialistas», y «que el mundo del arte contemporáneo —a pesar de las complejidades de los discursos—, debe ser patrimonio de la mayor cantidad de personas posible», idea que ha guiado la concepción del evento.
Asimismo, apuntó que el amplio programa de exposiciones que se abrirá en los próximos días en la capital cubana mostrará la riqueza, la diversidad, la pluralidad de discursos tanto artísticos y estéticos, como de generaciones y maneras de ver el arte.
Por su parte, Jorge Fernández, director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam y de la Bienal de La Habana, se refirió a las dificultades de organizar un evento de esta naturaleza en un contexto en que —dijo— «no hay nada nuevo en el arte», y agregó: «Creo que todo se ha hecho, se ha experimentado. De lo que se trata es de cómo nos apropiamos de todos estos procesos».
Insistió también en el compromiso de los organizadores ante las grandes expectativas que despierta la Bienal.
«La Bienal generó una mirada al arte, para aquellos que no tenían voz, que no tenían una presencia en los grandes circuitos internacionales. Y también un modo de hacer y de entender los procesos. Hemos tratado de ser coherentes con eso»,subrayó.
De la muestra y los proyectos colectivos
Mientras realizaba un recorrido rápido por algunas propuestas del programa, con énfasis en los proyectos colectivos, Jorge Fernández destacó la notable afluencia de creadores africanos, unos 14 artistas, y la pujanza de la selección delCaribe, con la presencia «de artistas jóvenes con una obra importantísima», así como de creadores de Asia y América Latina, lo cual evidencia la «vitalidad de lo que se está produciendo en estas regiones».
Insistió en que uno de los presupuestos estéticos de la Bienal es la búsqueda de una relación con el público. «El arte ya no necesita dialogar consigo mismo, sino interactuar con la gente», enfatizó, y destacó la confluencia de diversos saberes en las exposiciones reunidas en el evento.
Destacó los proyectos colectivos que serán inaugurados en varios espacios de la capital cubana, entre ellos Cinema remixed & reloaded 2.0. Artistas negras y el movimiento de la imagen desde 1970, a cargo de Andrea Barnwell Brownlee y Valerie Cassel Oliver, que se exhibirá en el espacio Collage Habana (San Rafael 103 e/ Consulado e Industria), y Creaciones compartidas, curado por Rewell Altunaga y José Manuel Noceda, que agrupa en el Pabellón Cuba (23 y N, La Rampa) a una veintena de artistas de Alemania, Argentina, Brasil, Chile, China, Cuba, España, Haití, Panamá, República Dominicana y Surinam.
Entretanto, Mac/San. Prototipo dedicado a las prácticas artísticas en el dominio público será abierto en el barrio de San Agustín (La Lisa), con obras de creadores de Alemania, Canadá, Colombia, Cuba y los Estados Unidos, y Detrás del muro (curaduría de Juan Delgado, con Jorge de Mello, José Fernández Portal e Idalma Fontirroche como curadores invitados), se podrá apreciar en el Malecón, desde 23 hasta La Punta.
Lo inédito viable. Producción simbólica y procesos pedagógicosreúne una serie de proyectos de estudiantes del Instituto Superior de Arte, y Open Score, programado en el Centro Hispanoamericano de Cultura bajo el cuidado de Dannys Montes de Oca y Luis Gómez, examina el vínculo arte-tecnología desde dos extremos opuestos de esa relación.
La muestra La ética antes de la forma, curada por Raffaele Gavarro y guiada por la idea de que el arte puede cambiar el mundo, se exhibirá en la Galería Galiano (Galiano entre Neptuno y Concordia), y CIFO: una mirada múltiple. Selecciones de la Colección Ella Fontanals-Cisneros, prevista para el Edificio de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes, agrupa piezas de más de 60 artistas.
La caza del éxito, a cargo de Nelson Herrera Ysla, propone una selección de fotografías, pinturas y objetos que ponen sobre el tapete «lo que está ocurriendo en los ámbitos de la arquitectura y la gráfica» en Cuba, según explicó en otro momento de la conferencia de prensa el curador de la exposición.
Por otra parte, se ofreció una información general acerca del evento teórico de la Bienal, que tendrá por sede el Museo Nacional de Bellas Artes. En su programa se insertan diversas conferencias magistrales, así como la presentación de libros y otras publicaciones especializadas.
Una ronda de preguntas
A propósito de una pregunta sobre el interés que despiertan las artes visuales de la Isla y específicamente la Bienal de La Habana en los Estados Unidos, Jorge Fernández confirmó la voluntad de los organizadores de asumir con toda naturalidad la relación que se puede establecer entre ambas naciones desde el arte y el pensamiento.
Acerca de la presencia de los creadores de América Latina en la muestra, subrayó la importancia de sus propuestas, mientras el crítico y creador Manuel López Oliva recordó que la Bienal nació como un proyecto esencialmente latinoamericano y caribeño, y que luego comenzó a «expandirse desde adentro», a tono con la certeza de que en esta región «está el mundo».