Hoy sábado 28 de mayo tuvo lugar, en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam de la capital cubana, la primera Conferencia de Prensa con vistas a la oncena edición de la Bienal de La Habana. En este contexto se presentó la selección de artistas cubanos que mostrarán sus piezas en la 54 edición de la Bienal de Venecia (del 4 de junio al 27 de noviembre de 2011): Alexandre Arrechea, Yoan Capote, Eduardo Ponjuán y Duvier del Dago. Las piezas elegidas no dejan lugar a dudas por su calidad y contundencia, y están marcadas, de modo general, por una estética minimal.
Respecto a la oncena edición de la Bienal de La Habana, se anunciaron detalles de corte organizativo, y se hizo referencia al eje reflexivo formulado por los curadores del Centro Lam: Prácticas artísticas e imaginarios sociales, anunciado el pasado 12 de mayo. Representando al Comité Organizador de este importante evento para las artes visuales contemporáneas se dirigieron al público Rubén del Valle Lantarón, presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas y de la Bienal y Jorge Fernández, director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam y del propio evento.
Rubén recalcó las dificultades que suponía la realización de una cita de esta magnitud en tiempos de crisis, e hizo hincapié en el apoyo total del Ministerio de Cultura a esta nueva edición, así como del CNAP, cuyos especialistas trabajarán en coordinación con el equipo del Centro Lam, al frente de algunas de las comisiones.
Por su parte, Jorge Fernández comentó sobre la elección del tema para esta edición. Hizo públicos detalles del proceso de análisis del equipo sobre los 28 años de historia, en que la Bienal ha madurado y mutado según las exigencias y singularidades de la sociedad contemporánea. Refirió se habían revisado cuidadosamente los enunciados temáticos de ediciones previas, tratando de buscar su superación y completamiento, teniendo en cuenta además el cambio de perspectiva derivado de las indefiniciones actuales entre centro y periferia, que implican poner en desuso conceptos como el de “Tercer Mundo”, que constituyó uno de los criterios de selección que distinguieron a las primeras bienales. La Bienal –afirmó Jorge– anticipó en su elección temática procesos que posteriormente se dieron en el arte, e incluso puso de moda los ejes curatoriales en la organización de este tipo de evento, dejando a un lado los esquemas de las representaciones nacionales.
Esta edición pretende conectarse mucho más con el espectador, desde propuestas que dialoguen con la esfera pública, buscando alejar el arte de la “asfixia” que muchas veces experimenta en sus tradicionales espacios de culto: la galería y el museo. Y las tipologías irán a tono con esto: instalaciones, intervenciones públicas, proyectos site specific y de inserción social. Para ello se ha previsto un movimiento espacial del evento, de su sede tradicional del Complejo Morro-Cabaña (sostenida desde la cuarta edición), hacia espacios públicos e institucionales de La Habana Vieja y El Vedado, fundamentalmente. Los organizadores no niegan el papel de este recinto en la historia del evento, que conseguía juntar todas las propuestas por sus dimensiones, y donde algunas piezas se integraron al espacio de modo genial, como la archiconocida Regata de Kcho, pero optan en esta oportunidad por nuevos espacios debido a los retos de la museografía y lo complejo del acceso de público a la Cabaña. Nuevamente la Bienal contará con el apoyo de Logística del Arte SL.
Fotos: reymrtz@hotmail.com
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