Elliott Erwitt es un artista fuera de serie. Figura emblemática de la afamada agencia Magnun Photo, desde los años cuarenta del siglo XX se propuso conmover con obras gobernadas por la expresividad y la emotividad. Él se hace admirar lo mismo cuando su cámara anda en función de la denuncia social que cuando realiza magníficos retratos. Ahí están sus fotografías a Kennedy, Nixon, Jruschov, Jacqueline, Marilyn… Increíbles, magníficas, puro arte.
A Cuba también la eternizó con su lente. Desde 1964. A partir de entonces no ha podido alejarse. Siempre entregando una Cuba muy personal que nada tiene que ver con la moda. Hoy impresionan sus instantáneas primeras a Fidel, al Che, a Alicia Alonso, al igual que las últimas con que ha dejado testimonio de este pueblo.
A los 87 años, Erwitt regresó a la Isla para seguir documentando la vida de su gente, pero también para, en colaboración con Havana Club, apoyar un proyecto que respaldará la fotografía documental a nivel global.
Fue en su última visita que, gracias a The Elliott Erwitt Havana Club 7 Fellowship, se pudieron apreciar treinta y cinco imágenes fabulosas que dan cuenta de esta tierra, desde 1964 hasta 2015. Ocurrió en la Galería del Museo del Ron Havana Club, por la alianza que la reconocida firma estableció con dicha institución y la Fototeca de Cuba.
Elliott Erwitt Havana Club 7 Fellowship llegó después de inaugurarse en la Feria Internacional de Fotografía de Ámsterdam, por el empeño de Havana Club que, más que un ron de excelencia, es también un producto cultural, arraigado en la identidad e idiosincrasia del cubano. Tras su estancia en Cuba, está exposición viajará hacia México y Chile, para en esas naciones conquistar también corazones.
