Luego de cuatro intensos días de jazz joven en la capital cubana; el pasado domingo 18 de noviembre de 2018, cerró la vigésimo primera edición de los premios JoJazz.
Esta idea, original de Alexis Vázquez, buscaba promover el quehacer (dentro de este género) por parte de los jóvenes estudiantes del sistema de escuelas de artes en todo el país. Desde entonces, participar en el certamen, ha estado en la punta de mira de muchos.
Entre los premiados en este evento se encuentran artistas bien conocidos en la actualidad, tales como Roberto Fonseca, Yasek Manzano, Marialy Pacheco, Rolando Luna, Alfredo Rodríguez Salicio, Gastón Joya, Tamara Casteñeda, Tony Rodríguez, Carlos Miyares, Yissy García, Rafael Paseiro, Héctor Quintana, William Roblejo, Juan Carlos Marín y Michel Herrera, por solo mencionar a unos pocos.
A la habitual organización del JoJazz, a cargo del Centro Nacional de Música Popular, en este año se sumaron esfuerzos por parte de la casa productora RTV Comercial; así como del Instituto Cubano de la Música y la Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical.
Más que un concurso, JoJazz es una fiesta, donde la música es la protagonista principal. Los que llegan al evento desde cualquier rincón del país quieren aportar. Vienen decididos a convertirse en un JoJazz, o al menos a intentarlo; mostrando todo su potencial creativo, en un ambiente de hermandad artística. Ese es el espíritu que se ha vivido durante las sesiones competitivas durante tres días en el cine Avenida, en los jam sessions liderados por Wiliam Roblejo y Carlos Miyares en los jardines del teatro Mella, y en los conciertos de Dayramir Gonzáles (en el Teatro Nacional) y en las respectivas presentaciones de Yoandry Agudín, Héctor Quintana y Edsel Gómez con Triunvirato, en la sala Tito Junco del complejo cultural Bertolt Brecht.
Es meritorio destacar el trabajo del jurado (formado por Jorge Reyes, Ruy López-Nussa, Enrique Plá, Pancho Amat, Miguel Núñez, William Roblejo y Carlos Miyares, entre otros conocidos músicos). Esta vez, se presentaron 105 aspirantes de mucha valía, compitiendo en las categorías de composición, interpretación (solistas menores y mayores (entre los 22 y 35 años), proyectos de pequeño formato y proyectos de gran formato.
Los resultados fueron entregados en una corta, pero emotiva velada, a las 5 de la tarde de este domingo 18 de noviembre, en la sala Tito Junto. Desde un rato antes del comienzo, los concursantes se iban congregando en los pasillos y áreas exteriores del teatro; y a pesar de la camaradería reinante, los nervios amenazaban con aflorar en la medida en que avanzaba el reloj.
A modo de terapia de relajación, la gala de premiación comenzó con el trabajo del proyecto Influencia (liderado por el saxofonista Iván Guardiola, que resultaran ganadores del concurso de agrupaciones de pequeño formato en el año 2012). A continuación, la sala quedó lista para anunciar a los premiados, quienes oportunamente recibieron emotivas ovaciones, confirmando la precisión del veredicto del jurado.
En el apartado de composición, el primer premio fue para Alberto Luis Cuenca González (también merecedor del premio de la fundación de Arturo O’farril); mientras que el joven Ariel Enrique Cabrera Valois, lograba el segundo lugar, más una mención en la categoría de solistas menores.
El premio especial al mejor intérprete de música cubana fue obtenido por el pianista Carlos Javier Alcántara Díaz, también ganador de la categoría de solistas menores; en la que Kadir González López, obtuvo el tercer lugar. Entre los adultos, solamente se entregó un tercer premio de interpretación, compartido por Indira Pérez Valdés y Jésica Rivero Altarriba.
Dentro de la categoría de interpretación de agrupaciones de pequeño formato, resultó vencedora Okán Jazz, seguidos por Todo incluido y Éxtasis (en segundo y tercer lugar respectivamente). Adicionalmente, se entregó una mención al proyecto Confluencia.
La reñida competencia entre las agrupaciones de gran formato, tuvo como ganadora a la Orquesta de Cámara Juvenil “José Marín Varona” de Camagüey. Por su parte, la Jazz Band “Armando Romeu” de la Escuela Nacional de Música mereció el segundo premio, relegando al tercer lugar a la Jazz Band “José María Ochoa” de la Escuela Profesional de Arte de Holguín. El jurado concedió mención para D’ Pinar Jazz, proyecto de la provincia Pinar del Río.
El otro premio especial, fue otorgado a la exquisita interpretación de la cantante Laura Rodríguez Echemendía, también integrante de la laureada orquesta camagüeyana.
Sin lugar a dudas, JoJazz continúa reafirmándose año tras año, como uno de los principales espacios de creación artística y de promoción del talento joven existente en el sistema de enseñanza artística del país. Sin embargo, falta mucho trabajo para divulgar adecuadamente el evento (según las exigencias del momento actual), con abundantes noticias e imágenes en las redes sociales y la prensa nacional. De igual modo, sería muy beneficioso para los propios artistas y el público, que estos jóvenes (en muchos casos radicados en provincias) tengan posibilidad de realizar presentaciones (transmitidas por televisión) en escenarios de la capital, ya sea en solitario, o invitados a conciertos de artistas renombrados. Como incentivo adicional, pudiera incluirse a los más relevantes, como invitados en el programa del venidero festival internacional de jazz.
Afortunadamente, el trabajo de algunos de los premiados podrá difundirse posteriormente, mediante grabaciones profesionales patrocinadas por estudios Abdala, las casas discográficas EGREM y Bis Music; así como audiovisuales producidos por RTV Comercial.
Luego de estos cuatro días de evento, no quedan dudas de que la música cubana seguirá creciendo con el talento de estos jóvenes; quienes han llegado reclamando, el espacio que merecen, y que continuarán ganándose con su esfuerzo en años venideros. Desde ahora, solo quedan ganas de que pase rápido el tiempo, para que (en el próximo noviembre) llegue a la capital cubana, una nueva oleada de estos jóvenes soñadores; cuya máxima ilusión es convertirse, a base de música, en un JoJazz.
Foto de portada: Cortesía Jorge Villa
