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Jazz y periodismo en Cuba, encuentros y desencuentros
21December

Jazz y periodismo en Cuba, encuentros y desencuentros

Por Jorge Fernández Era

 

¿Jazz y periodismo van de la mano en tiempos en que los representantes de esta manifestación musical en Cuba se insertan más que nunca en los circuitos mundiales? Es una de las tantas preguntas a las que se trató de dar respuesta en el panel «El jazz en el periodismo cubano», que tuvo lugar como parte del programa académico del 32 Festival Internacional Jazz Plaza, culminado ayer en la capital cubana.

 

«La idea surgió —declara la musicóloga Neris González Bello, directora y coordinadora general del Coloquio— a raíz de la segunda edición de MPM (América por su música), en la que, entre los tantos asuntos que se abordaron, estuvo también la necesidad de generar un espacio para abordar esta temática de la presencia del jazz en el periodismo, que considero cada vez más necesario e importante. Esta es la decimosegunda edición del Coloquio, y desde que surgiera en el 2004 y hasta la fecha, su talón de Aquiles sigue siendo la cobertura. Han acontecido muchísimas cosas interesantes, se han realizado tributos sumamente necesarios, los conferencistas se han preparado, han ofrecido parte importante de sus resultados académicos, y representantes de la prensa ha habido muy pocos, a veces ninguno».

 

En el panel «El jazz en el periodismo cubano» tomaron parte los periodistas Rafael González Escalona, Yelanys Hernández Fusté, Jessica Jiménez Duquesne y José Dos Santos. Arte por Excelencias reseña algunos fragmentos de sus intervenciones.

 

Rafael: «Una de las cosas más visibles es la ausencia de revistas y de medios especializados para la música, y para el jazz en particular. Existe la revista Clave, pero es una publicación de musicología que tiene un enfoque eminentemente científico, no prima lo periodístico. Esta ausencia se hace más evidente en los medios masivos institucionales, porque en los últimos tiempos han surgido una serie de publicaciones alternativas».

 

Yelanys: «En los medios de comunicación cubanos se hace sobre todo un periodismo de eventos. Los profesionales asisten y se enfocan en lo que sucede allí, no indagan mucho más. En el caso del jazz, hablar de él para un público general necesita no solo hacerlo desde los códigos específicos de la manifestación; hay que llegar de un modo más asequible a ese público, no porque lo menosprecies, sino por hacer que el jazz llegue a él».

 

Jessica: «Me gradué hace dos años de Periodismo. Mi tesis la hice sobre la presencia de la música en los medios informativos, y a raíz de ello es que me acerco al jazz. El fenómeno del eventismo es común para todos los medios de prensa. En el caso de la televisión, se hace todo más difícil por la disponibilidad tecnológica. No obstante, la presencia del periodismo especializado en la TV es escasa, por no decir nula».

 

Dos Santos: «Uno de los grandes desafíos que tiene el periodismo cubano en el tema del jazz es que, por la existencia de Internet, hay fuentes como no las había antes. El acceso a ella puede condicionarte tu visión de las cosas, es dualidad y paradoja. Tienes mucho que escoger, pero te abruma tanto que terminas escogiendo cualquier cosa. Es lo que predomina en el ciberespacio y que condiciona los gustos del público. En nuestro periodismo falta el análisis, no se va más allá de lo que se enuncia, no se profundiza en ángulos que pudieran ser interesantes, no digo yo conflictivos, porque el periodismo es también hurgar en las entrañas de los fenómenos para explicárselos uno primero y ayudar a explicárselos a los demás».