El desconcierto y la ironía como estrategias de intervención en el espacio público, guiaron las charlas, talleres e intervenciones que durante cuatro días organizó, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, la segunda edición de la Tuenty Urban Art Academy.
La propuesta de la compañía de fibra y móvil, en colaboración con la feria Urvanity, permitió a estudiantes de Bellas Artes de la ciudad acercarse al arte urbano desde otra perspectiva y, a Arte por Excelencias –media partner de Urvanity-, seguir a Murone en el proceso de convertir una pared vacía en una inmensa obra de arte, a Ampparito utilizar naranjas y un columpio para crear “desconcierto”, o a BYG demostrando que el collage también se puede llevar a las calles.
BYG
Tras el taller “Ya está todo dicho”, impartido por BYG, la Doctora en Estética e investigadora de arte público y urbano Isabel Carrasco, dirigió una charla-entrevista con Patricia Boliches y Luis García, miembros de este dúo de diseñadores gráficos convertidos en artistas urbanos.
BYG es “comunicación, diseño, ilustración y muralismo” y está tras algunas portadas de periódicos como El País o de importantes éxitos editoriales, pero también en paredes de muchas ciudades españolas (Barcelona, Valencia, Zaragoza, Santander).
Desde que se unieron profesionalmente, han llevado algo tan minucioso como el collage a inmensas superficies horizontales. “Quiero hacer collage a lo grande”, recuerda Patricia sobre la idea que lo empezó todo, y añade que este cambio de formato ha sido un reto para ellos. El proceso previo es muy largo: medidas, diseño de imágenes… la mayoría de las veces ven los muros en el momento de instalar la obra… luego solo necesitan un plotter para imprimir y engrudo para pegar.
Ante la eterna “preocupación” de lo efímero que suele ser el arte urbano, afirman: “no nos influye la durabilidad de la obra”. Aunque un poco si… para Patricia es más duro: “Yo me quedo con la imagen de lo que he hecho, pero la señora que pasa cada día por allí sufre viendo como se degrada”.
“Esa la dinámica del arte urbano; la ley de la calle. Sabes que puede durar un fin de semana, o cinco años, pero al final va a desaparecer, se va a ir transformando”, cuenta García (Sr. García). O vendrá otro grafitero a pintar encima, o un vándalo a arrancar los papeles… por eso, BYG comenzó también a usar pintura en sus murales, aunque en ellos se siguen apreciando las líneas y la estética del collage.
Sobre el valor de la intervenciones site-specific, piensan que “el sitio y quién lo va a ver es importantísimo. Hay que pensar en cómo influirá tu trabajo en el carácter de los vecinos”. También, que “hay que dejar respirar a las ciudades, respetar los espacios en blanco”.
Aunque sus orígenes están en la inmediatez de los mensajes del diseño gráfico, la ilustración y la publicidad, a BYG le “gusta contar historias, hacer reflexionar. Aunque no hacemos arte reivindicativo… solo proponemos pequeñas reflexiones. Nos gustaría que la gente las interpreté como si fueran capas de una cebolla".
Murone & Plastic Murs
Tras cuatro días de intenso trabajo, Iker Muro (Bilbao, 1979) dejó su huella “sicodélica” en el edificio de talleres de la Facultad de Bellas Artes: un inmenso mural lleno de colores y figuras geométricas con guiños a la cultura visual de la era Tumblr.
Granada se suma así a la larga lista de ciudades donde Murone ha pintado: Nueva York, California, Rabat, Vancouver, Estambul, Málaga… o Santa Cruz de Tenerife, donde ha vivido la mayor parte de su vida y realizado el grueso de su trabajo.
“Mola bastante poder recorrer el mundo haciendo lo que te gusta, coger algo que está en situación de abandono y elevarlo a la categoría de arte”, afirmó Iker durante otra de las charlas, junto a Vicente Torres, responsable de la galería de arte urbano Plastic Mur,s de Valencia, donde hace unos años se organizó una expo colectiva dedicada al grafitti español, en la que estuvo Murone.
Ambos respondieron algunas de las inquietudes de los estudiantes de Bellas Artes, especialmente de los que están a punto de graduarse, principalmente sobre cómo seguir trabajando sin el apoyo de la academia, o cómo encontrar un estilo propio en esta época tan bombardeada de imágenes en las redes sociales.
Para Murone, quien toma licencias del Pop Art, de Lichtenstein… “hay que buscar señas de identidad, tres o cuatro símbolos –en mi caso son las escaleras, que casi siempre están en mis trabajos-, pero hay que esperar unos quince años para encontrar tu estilo. Yo he hecho camisetas, serigrafías, diseño gráfico… es un proceso de disfrutar dibujando, hasta que te encuentras”.
Por su parte, a Plastic Murs le interesa la gráfica, el surrealismo pop, la ilustración, “artistas que no sean puros, porque la experimentación en el arte genera discursos y lenguajes nuevos. En estos tiempos no te puedes limitar a hacer una sola cosa. El mercado es muy difícil tanto para muralistas, los que empiezan o las galerías”.
Vicente instó a los estudiantes a “visitar galerías, museos y talleres de artistas. A participar en las inauguraciones, a dejarse ver lo más posible y no perder ninguna oportunidad”.
¿Es difícil hacer algo nuevo en la era de Instagram? “Es mejor dar con el galerista adecuado a tener un millón de seguidores en redes sociales”, sentenció Murone, antes de irse a dar los últimos toques a su mural granadino.
La segunda edición de la Tuenty Urban Art Academy continuará en las próximas semanas en las universidades de Sevilla (19-23 de noviembre), la Politécnica de Valencia (10-14 de diciembre) y la Complutense de Madrid (17-21 de diciembre).
Fotos: @yricardo
