“El arte encarnó en su cuerpo como las ramas de un árbol y eso lo percibíamos aún sin verla antes de salir al escenario, bajo las luces encendidas tratando de alcanzar su brío, su ardor, su fiesta”, así fue la relación de Alicia Alonso con el mundo infinito de la creación artística, expresó Nelson Herrera Ysla, en las palabras de presentación de la exposición Alicia en su país de maravillas, que quedó abierta al público el pasado 17 de diciembre, en la galería “Orígenes” y en el gran salón de la tercera planta del Gran Teatro de La Habana, que podrá ser visitada hasta marzo del 2021.
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La muestra, organizada en homenaje al centenario del natalicio de la insigne bailarina cubana, con la curaduría de Herrera Ysla, exhibe por primera vez, alrededor de un centenar de obras de cerámica, plata, madera, telas, esculturas, pinturas, grabados, dibujos, poemas, textos diversos, fotografías, que le fueron obsequiados a Alicia Alonso a lo largo de su vida, atesorados en su casa de La Habana y en el Museo Nacional de la Danza. También incluye piezas de vestuario y zapatillas, que utilizó en la interpretación de varios de sus personajes antológicos en ballets como Giselle, Carmen y el Lago de los Cisnes.
Incontables fueron los homenajes que recibió Alicia Alonso a lo largo de su vida, desde todas las artes. Ensayistas, narradores, poetas, pintores y escultores, le han rendido tributo a la par de los admiradores y cultivadores de la danza en numerosos países, particularmente en el nuestro. La exposición Alicia en su país de maravillas, atesora obras de autores como Portocarrero, Lam y Amelia Peláez, junto a pinturas y esculturas de los más destacados artistas plásticos contemporáneos.
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