La famosa bailarina rusa Maya Plisétskaya ha fallecido de un ataque cardiaco en Alemania a los 89 años, según comunicó el director general del Teatro Bolshói, Vladímir Urin.
“Me ha llamado su marido Rodión Schedrín. Ella murió de un grave ataque cardiaco. Los médicos lucharon por su vida pero no pudieron salvarla”, relató Urin a la agencia Tass.
Con una técnica de baile impecable y una gracia que cautivaba al espectador, Maya Plisétskaya era actriz y bailarina a la vez. Ella, sin duda, fue el modelo a seguir para todas las bailarinas del mundo.
La vieron bailar Mao Zedong, Nikita Jrushov y John F. Kennedy. Fascinados por su Odetta-Odilia del ‘Lago de los cisnes’, no sabían que tras los bastidores había años de duro trabajo que convirtieron a Maya en la brillante estrella del ballet de todos los tiempos.
Dedicó toda su vida al baile. Se graduó en la Escuela Coreográfica de Moscú en 1943. Interpretó tanto ballets clásicos, como modernos, pero según la propia artista, el ballet ‘El lago de los cisnes’ jugó un papel clave en su vida. En el período entre 1947 y 1977 lo interpretó más de 800 veces.
“Siempre creía y sigo creyendo que ‘El lago de los cisnes’ es una prueba para cualquier bailarina. En este ballet no se puede ocultar nada. Todo está en la palma de la mano: dos personajes, el negro y el blanco, toda la paleta de colores y pruebas técnicas, el arte de la transformación, el drama del final”, escribió la bailarina en su autobiografía ‘Yo, Maya Plisétskaya…’.
Fallece a los 89 años la célebre bailarina rusa Maya Plisétskaya RIA NOVOSTI
Llevaba bailando casi 50 años en el Bolshói, una trayectoria durante la cual fue laureada con varios premios prestigiosos, entre ellos el de Artista Popular de la URSS, el Premio de Lenin y el Orden ‘Por los méritos ante la Patria’, grados III, II y I.
El arte de Plisétskaya se adelantaba a su tiempo: todos sus bailes parecen modernos incluso hoy en día, según reconocen los críticos.
El famoso bailarín, jefe del Ballet Clásico Ruso, Viacheslav Gordéyev, recuerda cómo iba a ver los espectáculos de Plisétskaya cuando era joven.
“Cada vez era como un descubrimiento, había algo nuevo en su interpretación. Cada espectáculo era una impresión que se quedaba para toda la vida. Es digna de admiración la vida de Plisétskaya en el ballet”, subraya.
Otro destacado bailarín ruso, Andris Liepa subrayó que Plisétskaya era la única bailarina a la que dedicaron sus obras los más destacados coreógrafos del siglo XX: Jakobson, Roland Petit, Béjart y Grigoróvich.
La mujer, que tantos papeles diferentes interpretó en el escenario, era muy estable en la vida real. Llevaba más de medio siglo casada con el célebre compositor ruso Rodión Schedrín.
Fuente: Cubadebate