Una abarcadora mirada al diseño en la Fundación Ludwig de Cuba

En una especie de continuidad al trabajo que ha venido desarrollando en Factoría Habana, galería de la Oficina del Historiador de la Ciudad que ella fundó y dirige, la Dra. Concha Fontenla ha tenido a su cargo la curaduría de Forma…más allá de la forma !!!!!, exposición inaugurada durante la II Bienal de Diseño de La Habana, la cual permanecerá abierta al público hasta el 7 de junio, en la sede de la Fundación Ludwig de Cuba.

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Al igual que en Intersecciones, muestra colectiva que presentó en FH durante la recién celebrada XIII Bienal de La Habana, la que ahora nos ocupa burla las categorías establecidas entre las distintas esferas de la creación. De ahí que hayan sido invitados a participar en ella proyectos y diseñadores individuales que desarrollan su labor en los textiles, la orfebrería, el mueble, las luminarias y la gráfica, entre otras disciplinas.

Los diferentes espacios de la instalación resultan insuficientes para abarcar la totalidad de piezas que el visitante se siente atraído a continuar descubriendo, gracias a la belleza y funcionabilidad de los objetos, así como a la variedad de estilos y materiales que logró reunir allí el empeño por mostrar la inexistencia de fronteras entre el arte y el diseño.

Junto a creadoras del patio como Celia Ledón y Sandra de Huelbes, con sus elegantes vestidos, exhibe sus diseños la cubana que reside en los Estados Unidos Lillian Dooley, quien trajo una muestra del quehacer que ha venido desarrollando desde hace tres años con del proyecto Marginalia, dedicado a la transformación de ropa de segunda mano.

Están presentes también en Forma…, piezas de los proyectos Bitácora, Katauro, Manufactura propia y Guajiro Studio; al igual que de los diseñadores Ernesto García, Jorge Gil, Mayelín Guevara, Diango Hernández, Luis Ramírez, Eric Silva y Raiko Valladares.

No podía faltar en una exposición de este tipo la fuerte presencia del diseño gráfico, de tanta tradición y reconocimiento en nuestro país. Así aparecen, junto a un grupo de cubiertas de libros, carteles y multimedias concebidas para la promoción en algunos de los eventos que organizan Casa de las Américas y el Centro Pablo, instituciones insignias en esta disciplina.

La muestra, hace pensar en las potencialidades que tiene el país en nuestros diseñadores, no sólo para la industrial producción de artículos estéticamente bellos; sino también funcionales, útiles, a tono con nuestra economía y, sobre todo, capaces de contribuir a elevar la cultura popular.