Hasta el próximo 30 de enero el Festival de Cine de Sundance lleva el sello latinoamericano. Y es que las diferentes secciones de la competición tienen programadas obras que llevan las firmas de autores de la región como muestra de la valía de lo que se produce en esas tierras.
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El evento dedicado al séptimo arte proyecta cintas que abordan temas relacionados con la sexualidad, la identidad, el medio ambiente y la violencia entre los que descuellan los filmes de América. La cita, esta vez desde las plataformas virtuales por el incremento de contagios de COVID-19 en suelo estadounidense, tendrá que tener en cuenta dichas entregas para conceder su esperado lauro.
En la sección World Cinema Dramatic Competition se exhiben filmes como Dos estaciones, dirigido por Juan Pablo González (México), Marte Um, de Gabriel Martins (Brasil), La vaca que cantó una canción sobre el futuro, de Francisca Alegría (Chile) y Utama, de Alejandro Loayza Grisi, (Bolivia, Uruguay y Francia).
En el apartado reservado para la industria fílmica independiente - World Cinema Documentary Competition- ya se habla de The Territory, de Alex Pritz, un documental sobre los agricultores brasileños organizados para apropiarse de un área protegida de la selva amazónica.
También de Brasil se proyecta Flat Earth VR, de Lucas Rizotto, incluido en la categoría New Frontier y que se clasifica como un cortometraje de realidad virtual. Por su parte, los audiovisuales mexicanos La baláhna, de Xochitl Enriquez Mendoza y Al motociclista no le cabe la felicidad en el traje, de Gabriel Herrera aparecen en la cartelera de la muestra Live Action Short Films.
Otro de los cortos con sello latino, es el filme cubano Tundra, de José Luis Aparicio, que narra la historia de Wilfredo en su búsqueda de la mujer de sus sueños por los suburbios de la ciudad, en tanto Brasil presenta, además, Uma paciência selvagem me trouxe até aquí, de Érica Sarmet.
La animación también tiene su espacio en esta edición de Sundance, y la representación latina recae en el corto chileno Bestia, de Hugo Covarrubias, que retrata la vida de una agente secreta durante la dictadura militar y el filme mexicano La odisea espeleológica de Sócrates, de Aria Covamonas.
Además de las exhibiciones que por nueve días ocupan a los cinéfilos, el Festival prevé un amplio programa de presentaciones, reuniones y sesiones de preguntas y respuestas con cineastas.
En portada: Fotograma del filme La vaca que cantó una canción hacia el futuro, de Francisca Alegría
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