Llegó lo que todos habíamos estado esperando: la Bienal de La Habana, y como ya comienzan a llamarle, es también la Bienal de Cuba, porque se extiende a Matanzas y Cienfuegos. El magno evento de artes visuales, que curadores, coleccionistas y público en general soñábamos desde 2015, presentó en la noche de ayer su Catálogo. La presentación tuvo lugar 48 horas antes de la inauguración oficial del evento, la cual será este viernes a la diez de la mañana en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam.
El Catálogo, presentado por Margarita González Lorente y Nelson Herrera Ysla, se torna dossier de arte contemporáneo emplazándose ahora mismo en la ciudad. Todos quieren ojearlo: los artistas para ver sus obras impresas y el público lo anhela como brújula que ayude a entender y conocer lo que estará sucediendo del 12 de abril al 12 de mayo.
A la presentación asistió el escritor y poeta Alpidio Alonso Grau, Ministro de Cultura; Guillermo Solenzal, Viceministro de Cultura; Norma Rodríguez Derivet, Presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas (CNAP); Jorge Alfonso García, Director Ejecutivo de la Bienal, artistas e invitados y la prensa cultural acreditada.
Según palabras introductorias del Catálogo a cargo de la Presidenta del CNAP: “La aspiración principal tras la selección de obras incluidas es transgredir esquemas de producción del arte periclitados, develar razones y valores íntimos o sociales, mantener fidelidad a los estilos y lenguajes que han nacido bajo los auspicios de una real y transformadora condición periférica... (…) La Bienal es un laboratorio de conciencia que coloca proyectos inéditos, dialógicos, transdisciplinarios, que se nutren de distintos campos de la actividad humana”.
Por su parte, uno de los curadores de la cita, el crítico de arte Nelson Herrera Ysla puntualizó que este esfuerzo institucional protagonizado por el Ministerio de Cultura, el Museo Nacional de Bellas Artes, entre otras muchas instituciones, ha devenido que la construcción de lo imposible sea posible. Rememoró el catálogo de la primera Bienal en 1984, las páginas en blanco y negro, impreso en La Habana. ¡Cuánto dista de este que hoy presentamos!, exclamó. “Creo que treinta y cinco años después estamos construyendo lo que es posible construir. Por eso digo que el Catálogo es la primera obra de la Bienal”.