Miami.-Las ferias de arte son lugares de encuentro, entre artistas y público, galeristas y clientes, profesores y alumnos, obras y miradas, críticos y creaciones, y también un espacio donde se digan verdades escondidas tras las almas, sentimientos salidos desde lo más profundo para esculpirse en piezas que inician nuevos rumbos en los caminos del Arte, y, sobre todo, el instante perfecto para decir lo que se siente, y, por qué no, lo que se sufre, padece, siente por dentro.
Por eso, en estos días, en el lugar donde los emigrantes chocan con muros de ideas, sentencias e incomprensiones, del otro lado (del muro), los creadores en plena Semana del Arte aquí convocan y expresan sus ideas en formas, colores, composiciones, objetos para decir lo que a veces las palabras no pueden. Y las obras de arte devienen singular lenguaje para diseñar en esta dimensión, signos/símbolos/palabras que desde las formas y colores se transforman en escudos y lanzas para protestar, o al menos, llamar la atención de otros seres humanos que a veces se quedan inmóviles ante las injusticias cometidas hacia otras personas iguales que respiran en la Tierra como todos nosotros.
Aquí varias paletas, gubias, pinceles y talentos creativos de artistas participantes tocan el llevado y traído tema de la emigración, que tanto da de qué hablar en este siglo XXI.
La galería Revolver (Lima-Buenos Aires) participa en Art Basel con la obra de un artista ecuatoriano, José Carlos Martinat que tiene mucho que contarnos de estas historias de fronteras... la pieza Intenta cruzar y cruza, acerca esta temática que está muy enraizada en el quehacer de este creador.. Con dos proyectos llega a esta feria, uno relacionado con México, en el límite fronterizo entre Tijuana/San Diego, en el que a partir de este mural Cruza..., habla de las consecuencias de la emigración después que Trump llegó a la Casa Blanca y todo lo que está sucediendo. Lo más interesante de su obra es que son murales reales, pintados en esos lugares por personas que han sufrido en carne propia estas injusticias. Son pedazos, fragmentos de historias vividas, que llevan las huellas o ADN de sus protagonistas que constituyen referencias, vivencias de un tiempo triste para no olvidar.
El segundo proyecto tiene grabado también memorias del Cuzco, en Perú. Allí existen muchos partidos políticos que en algunas épocas comienzan la lucha por llegar al poder, y utilizan los muros para realizar murales que apoyan cada línea política a debate, son como pizarras donde dibujan sus anhelos o donde forjan el apoyo a sus candidatos preferidos. Una lucha por el poder que se hace viral en las calles. Y Martinat con ojo artístico recoge esos registros de los partidos políticos para trabajar con la controversia y el contexto. Y expresa con imágenes originales diseñadas en ellos una historia, responde preguntas dónde, cómo..., y desde su estudio se anima a crear con estas referencias de pueblo, las memorias y las luchas de los diferentes contendientes por llegar a... No hay casi alteraciones de las obras, son tal cual se ven en las calles. Solo cambia el contexto, la controversia continúa también, más allá del Arte para denunciar, proponer y hacer reflexionar. El Arte, el bueno, está del lado del pueblo...
BIENVENIDOS...
Por los caminos de la temática de las fronteras se pronuncia artista, esta vez mexicana que llega a Art Basel con la galería Arredondo/Arozarena (México City) con su obra Bienvenido. A partir de esta irónica afirmación, Marilu Dardot trabaja sus dibujos, con trazos que pudieran acercarse a la infancia, los signos de violencia traídos por el problema de las fronteras. Es una manera de tratar esta situación, de una manera inocente, como solo los más pequeños pueden expresarse, y Dardot utiliza este lenguaje para diseñar ideas, como autoridad principal para pintar el mundo de hoy que será el que esos niños vivirán en el futuro como hombres y mujeres que defienden un futuro mejor. De una manera sencilla, educativa, real, sus trazos evocan sentimientos y realidades desde la dimensión infantil para llegar con la candidez propia de los pequeños que ajenos al dolor de sus padres sienten en lo profundo las consecuencias. Bienvenidos, menuda ironía para los que son al contrario desplazados y no queridos. De nuevo el Arte apoya las buenas causas y mira hacia el tema con ternura.
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