Poeta, escritor, periodista, mayor general y cónsul, el apóstol, José Martí, es un hombre de Cuba pero también de América Latina y el mundo. Hay en La Habana una pequeña casa que recorre la vida de este hombre desde su nacimiento hasta su muerte en 1895. La edificación de dos plantas de paredes amarillas y ventanas azules fue donde nació el Apóstol en 1853. Pero no fue hasta 1899 que se hizo público el sitio donde naciera y fue gracias a la gestión de los emigrados cubanos en Cayo Hueso, Estados Unidos. En el año 1899, ellos colocaron la tarja que hoy exhibe la fachada y que indica que en ese lugar nació el autor de La Edad de Oro, uno de los clásicos de la literatura infantil.
En ese entonces, aún estaba viva la madre de Martí, doña Leonor Pérez quien dijo exactamente la esquina de la casa donde había dado a luz al único hijo varón y donde hoy existe igualmente una tarja que lo recuerda.
El inmueble, construido en 1810, es una típica casa colonial construida con paredes de argamasa y techo de tejas. Pero no siempre tuvo los balcones de maderas, ni un patio lateral. Martí vivió aquí solo hasta los tres años de edad.
En 1925, tras un arduo proceso y empeño del pueblo cubano, sus patriotas e intelectuales, se logra transformar la casa en Museo, en lo que se considera el más antiguo museo de La Habana. Debe su surgimiento al periodista Arturo de Carricarte, quien junto a un pequeño grupo de cubanos comenzó una batalla pública con el fin de recopilar, ordenar y conservar objetos y documentos de Martí, en aras de olvidar su legado y obra.
Tras varias etapas, fue reinaugurado en 1963. Hoy cuenta con ocho salas que recorren la vida y obra del apóstol. Sorprende ver aquí una trenza del cabello de Martí cortada a los cuatro años de edad, su álbum de bodas con Carmen Zayas Bazán, la escribanía con la que redactó el Manifiesto de Montecristi en República Dominicana en 1895 y una valiosa escarapela que perteneciera al Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes obsequiada a Martí por Fernando Figueredo, secretario de Céspedes.
La casa fue declarada Monumento Nacional en 1949 y en 1978, lo fueron los documentos originales y manuscritos de Martí que allí se resguardan. La Casa hoy exhibe el número 314 y la calle hoy se nombra Leonor Pérez, en honor a la madre del héroe.
Un Museo que tiene biblioteca, su propio archivo y una amplísima colección sobre el Apóstol de Cuba. Con más de más de sesenta mil visitas anuales, es un pequeño lugar que cuenta la historia de un hombre grande para Cuba, América y el mundo.