La cultura pop supuso todo un fenómeno rompedor a mediados del siglo XX, surgido en Reino Unido como contraposición al expresionismo abstracto, que los artistas vinculados a esta nueva corriente consideraban algo vacío y elitista.
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En este contexto, este arte pop llega a los Estados Unidos, donde autores como Andy Warhol, Keith Haring, Robert Rauschenberg o Roy Lichenstein hicieron de él un verdadero fenómeno de masas. En CentroCentro, en la Plaza de Cibeles de Madrid, se presenta estos días la exposición The Pop Art Culture, que reúne algunas de las mejores obras de estos artistas. En Arte por Excelencias, tenemos la oportunidad de hablar con la comisaria de la exposición, Lola Durán Úcar, quien nos comenta sobre su visión del arte pop y lo que ha querido transmitir en esta exposición.
¿Qué supone para ti este nuevo proyecto?
Es un proyecto importantísimo sobre arte pop, y presentarlo aquí en Madrid es una gran alegría, en parte porque hay obras que están relacionados con la ciudad, con la movida madrileña y con la relación que el fotógrafo Javier Porto tuvo con artistas como Andy Warhol o Keith Haring. Es el lugar indicado para presentar esta exposición.
¿Qué has querido expresar en esta exposición?
Lo que hemos querido mostrar es el pop como un movimiento completo, es decir, no hablar solo de su ámbito pictórico sino contar también su relación con la música, con el cine, etc. También queríamos representar el compromiso social que tenía el pop. Para ello, se ha escogido a cuatro de representante del arte pop americano, como son Andy Warhol, Robert Rauschenberg, Roy Lichenstein y Keith Haring. De cada uno de ellos, mostramos un conjunto de obras, cada una con sus singularidades.
Por ejemplo, si pensamos en Roy Lichenstein, se trata de uno de los artistas que, junto a Warhol, más ha basado sus imágenes en la estética del cómic, trasladándola al lienzo. Para poder reparar en esto, hemos situado algunas de esas obras suyas extraídas directamente de un cómic, junto al propio cómic, destacando la viñeta concreta de la que fue extraída. De esa manera, presentamos esa vinculación directa entre una y otra imagen. También podremos ver una película en la que el mismo artista nos cuenta cuál era el proceso de trabajo, esto es, cómo él seleccionaba la viñeta y cómo después la proyectaba en la pared, y a partir de ahí empezaba a crear esas obras con las que todos estamos tan familiarizados. Sus obras se caracterizan por esa estética propia del cómic, basándose en el trazo negro que lo delinea, en el uso de los colores primarios. De hecho, en muchas ocasiones incluye en sus obras el uso de las onomatopeyas y los bocadillos propios de los cómics. Eso va a quedar muy claro, porque vamos a ver el cómic al lado de la obra.
Cuando vamos avanzando, nos encontramos con Robert Rauschenberg, que destaca por su multidisciplinariedad. Él era químico de formación, y al mismo tiempo estaba muy interesado por la música y por la performance. También estudio historia del arte y escultura, se notaba que era una persona inquieta. Y todos esos conocimientos los va a reflejar en su obra. Por ejemplo, partiendo de sus conocimientos de química, utiliza los procesos químicos para realizar una serigrafía sobre seda que luego acoplará a modo de collage en sus obras. Su interés por la música lo veremos porque, ya desde que estaba en el Black Mountain College y había entrado en contacto con la coreógrafa Marta Cunningham y con el actor Nicolas Cage, había participado en la creación de la escenografía o de la iluminación en numerosas producciones de danza. Pero llegó un momento en el que el mismo quiere ser coreógrafo y bailarín. Aquí vamos a poder ver una película, Pelican, donde se recoge la primera coreografía propia de Rauschenberg.
También podremos ver piezas de su programa ROCI. Otras de sus características es el compromiso social, y en los años 80 crea esta asociación, en la que reúne un gran número de sus obras y con ellas crea una exposición, la cual la va llevando a lugares donde habitualmente no es accesible la cultura occidental contemporánea, como pueden ser China o algunos lugares de la Europa del Este. Él se impregna de la cultura y del trabajo de los artistas de allí, por lo que también se ve un compromiso por la comunicación y por la paz.
Sobre la gran estrella y la más reconocida del arte pop, Andy Warhol, vamos a encontrar un grupo de retratos, entre los que se encuentran los de Marylin Monroe, ya que él soñaba con convertirse él en una de las estrellas de Hollywood. Lo que trataba era de representar a sus ídolos, por lo que también vemos retratos de John F. Kennedy, o de Mao Tse-Tung. Además de esto, vemos también esa forma tan clara en la que Warhol convierte un objeto de uso cotidiano en una obra de arte. Es lo que ocurre con la lata Campbell, como representación del bodegón contemporáneo. No hay que olvidar su compromiso político, como por ejemplo el alegato contra la pena de muerte que encontramos en sus sillas eléctricas.
El recorrido de la exposición termina con el más joven de estos artistas, que es Keith Haring, quien termina formándose como artista en Nueva York, y que pertenece a un grupo underground cuyo propósito es sacar el arte de los museos y hacerlo accesible a todo el mundo. Su principal lienzo es, por tanto, el metro de Nueva York, ya que aprovechaba cualquier rincón del metro para expresarse, principalmente a través de figuras que hacen referencia a personajes, animales, e incluso a elementos de la tecnología. De hecho, en la exposición se puede ver una película en la que se ve a Haring entrando y saliendo del metro de Nueva York, buscando lugares para pintar, y siendo finalmente detenido por un policía. En The Pop Art Culture hay también una sección dedicada a sus trabajos publicitarios, por ejemplo para la tabaquera Lucky Strike.
Tu principal campo de estudio es el arte del siglo XX, ¿qué es lo que más te llama la atención de la irrupción de la cultura pop en esa época?
Lo que más me llama la atención es, indudablemente, como cualquier objeto de la vida cotidiana, sacado de su contexto, puede convertirse en una obra de arte.
¿Qué tipo de técnicas son las que solían utilizar estos artistas para representar sus ideas?
Esto es algo fundamental. Ellos son herederos de las primeras vanguardias y del dadaísmo, por lo que utilizan recursos técnicos parecidos, como son la fotografía, el fotomontaje, el objeto encontrado, etc. Y la técnica que domina es la serigrafía, ya que les permite realizar un gran número de obras iguales, y eso se adapta muy bien al sistema de repetición propio del pop.
Una de las cuestiones que más llama la atención de estos artistas es esa conciencia social y ese interés por reivindicar aspectos sociales como los derechos humanos, ¿qué es lo que le lleva a ese movimiento de reivindicación social?
Son artistas, sobre todo algunos de ellos, que tienen una profunda conciencia social. Hablamos, por ejemplo, de Rauschenberg en sus campañas por la paz, o la colaboración de Roy Lichenstein en algunas de las campañas del Partido Demócrata, en lo que es un compromiso político. Warhol, por su parte, se enfrentó en alguna ocasión a la pena de muerte en sus obras, como en las sillas eléctricas. De hecho, las representa de una forma muy curiosa, de manera borrosa, como algo que no debería haber existido nunca. El caso de Haring es el más evidente, porque a lo largo de su vida y, sobre todo, cuando empieza a obtener dinero a partir de sus creaciones, una gran parte de ello lo invierte en obras que ayuden a gente desfavorecida, en muchos casos a niños, a que puedan desarrollarse. Es por ello que decimos que hay una conciencia social en el arte pop. Estos artistas consideran que el arte debe estar al alcance de todo el mundo, y de la misma manera, los recursos para crearlas o disfrutarlas.
Me hablabas antes de la movida madrileña, ¿qué influencia tuvo el nacimiento del arte pop a mediados del siglo XX en Reino Unido y Estados Unidos en este fenómeno que se dio en España, a partir de los años 80?
Hay que entender que, aunque en esta exposición hablemos de pop americano porque fue el país en el que principalmente se desarrolló, el mismo pop tuvo sus versiones en distintos países, y nació casi simultáneamente en distintos lugares. En Francia, por ejemplo, está el pop inglés, que quizás lo diferenciaría del americano. Y a su vez, estaba también el pop español, al mismo tiempo que en otros países. Lo que ocurre es que, por la situación política que había en ese momento en España, era un arte realista, figurativo, con un fuerte compromiso político. En la relación con la movida madrileña, fue muy importante el viaje que Andy Warhol realiza a España en 1983 para exponer en la Galería Vijande. En nuestra exposición, lo que vemos son las fotografías que Javier Porto realiza de la sesión en la que Keith Haring pinta el cuerpo de Grace Jones, ante los ojos de Andy Warhol, para un reportaje de la revista Interviú.
¿Cómo de importante es que, tras la pandemia, se vuelva a apostar por el arte y por las exposiciones?
Es una vuelta necesaria a la normalidad. Después de lo que hemos vivido, necesitamos alegría, y el pop nos la proporciona.