Mejor tarde que nunca. Así enfoca Jonny Niesche (Sídney, Australia, 1972) su interés por el mundo del arte. Tras pasarse gran parte de su juventud, a finales de los noventa, tocando en bandas de hardcore y música experimental en Nueva York, los paseos por las galerías del barrio de Chelsea acabaron por abducirle. Al regresar a Sídney en 2001, Niesche se matriculó en la Sydney College of the Arts, y desde entonces, su obra ha viajado por todo el mundo: Londres, Nueva York, Viena, Los Ángeles… e Ibiza. En la isla española, Niesche protagoniza la muestra anual de la Fundación La Nave Salinas con la exposición _ness, una instalación inmersiva que reflexiona sobre la dimensión y la abstracción. Charlamos con él para conocer más sobre esta propuesta artística.
¿Cómo se relacionan entre sí la abstracción que caracteriza tu obra y los enigmas propuestos por el universo, que han acabado coincidiendo en esta exposición?
En las primeras conversaciones con los responsables de la Fundación sobre qué tipo de exposición queríamos hacer, hablamos sobre el ambiente y la dimensión a crear. Eso derivó en una conversación sobre el espacio profundo, los agujeros negros, la historia y espiritualidad de la abstracción, lo cinematográfico, y la meditación. Realmente quería crear una única obra que en su conjunto apelara a todos los sentidos y que cambiara a medida que se avanza por ella en función de cómo recorras el espacio. La Fundación La Nave Salinas es tan grande que no puedes evitar sentirte muy pequeño ante ella, y me di cuenta de que ese factor reforzaría el sentido de cómo de insignificantes somos los humanos en relación con el universo.
¿Cómo fue el proceso de adaptación de las obras al espacio expositivo de la Fundación La Nave Salinas?
En un primer momento quise ampliar la escala de las piezas, pero con el tamaño proyectado hubiera sido imposible transportarlas e introducirlas en el espacio. Fue entonces cuando supimos que deberíamos construirlas in situ y adaptarlas a la arquitectura de este espacio.
Por suerte, conté con el apoyo total de la Fundación La Nave Salinas a la hora de llevar a cabo el proyecto. Ellos se encargaron de construir unos muros de aproximadamente 12 metros de ancho por 10 metros de alto que nos servirían como andamio para las pinturas. Ahí surgió la necesidad de idear la manera en que los visitantes pudieran desplazarse del entrepiso al nivel inferior de la galería, sin perder de vista que los arcos debían funcionar como una parte del todo expositivo y relacionarse con las pinturas. Así pues, decidí tomar el mismo radio de las esquinas de las pinturas y aplicarlo en los arcos para dar coherencia al espacio.
Para acabar, pintamos el suelo con un acabado negro intenso de alto brillo y desigual, consiguiendo duplicar la profundidad del espacio a través de los reflejos y aportando un efecto ondulado similar al del agua. A medida que te mueves por el espacio, también lo hace tu propio reflejo, imitando en cierto modo cómo la luna se refleja en el agua de noche.
“Quería crear una única obra que en su conjunto apelara a todos los sentidos y que cambiara a medida que se avanza por ella en función de cómo recorras el espacio”.
¿Qué papel juega el sonido en este nuevo enfoque?
Pensamos que contar con un elemento sonoro podría añadir otra dimensión sensorial a la experiencia. Grabamos el sonido de un agujero negro captado por la NASA y lo estiramos, tal y como habíamos estirado antes las pinturas para darles una nueva forma. Colocamos altavoces en el techo y subwoofers debajo de las escaleras, creando así una vibración profunda y retumbante a través de todo el espacio que te hace sentir como si viajaras en una gran nave espacial. Este es un templo para la espiritualidad de la abstracción flotando en el espacio.
¿Qué influencias culturales han inspirado esta exposición?
En _ness hay un debate intencional con Voz de Fuego, la obra vertical de gran altura de Barnett Newman; con la capilla de Mark Rothko en Houston, y con las capillas de Ettore Spalletti y Ellsworth Kelly. No puedo obviar tampoco la influencia de ídolos del glam rock como David Bowie y Debbie Harry, sobre todo en cuanto al maquillaje: el color rojo presente en mi obra vertical no deja de ser una muestra del rayo que llevaba Bowie en la frente cuando se vestía de Aladdin Sane. También hay un cierto énfasis en la arquitectura de los años 70, como pequeño homenaje al estilo visual de Kubrick.
“Hay un cierto énfasis en la arquitectura de los años 70, como pequeño homenaje al estilo visual de Kubrick”
Con todo el auge de las experiencias inmersivas hoy en día, ¿crees que ha cambiado el papel del visitante en las exposiciones?
Claramente, las experiencias inmersivas se han convertido en una forma importante de atraer al público a museos y espacios expositivos. Solo hay que pensar en la instalación del proyecto meteorológico de Eliasson en la Tate o en cualquiera de las habitaciones infinitas de Kusama. Creo que eso se debe a que la gente tiene un fuerte deseo por experimentar algo fuera de su rutina diaria: cosas que sean nuevas, sublimes, sensoriales, y que hablen a esas partes de nosotros que quieren saber y sentir más. ¡Y la gente también se muere de ganas por conseguir una foto genial para Instagram! Aún así, creo que la naturaleza inmersiva y afectiva de esta obra en Fundación La Nave Salinas, al igual que la mayor parte de mi trabajo, no encaja bien con las redes sociales. Mi objetivo es brindar al público una experiencia trascendental, reflexiva y corporal que obligue a estar presente en el espacio.
¿Qué supone para ti presentar tu trabajo en Ibiza, que se está convirtiendo en un importante epicentro del arte contemporáneo en España?
Esta es mi primera exposición institucional en Europa en solitario y me emociona mucho que tenga lugar en Ibiza. Además, el equipo de Fundación La Nave Salinas elevó esta presentación a un nivel que no había tenido antes, lo cual agradezco enormemente. Creo que, desde que Lio Malca, su fundador, la abrió hace ya una década, se ha puesto un foco muy fuerte en Ibiza como epicentro artístico. Es un verdadero honor para mí formar parte de una historia tan enriquecedora.
En portada: Exposición Jonny Niesche
Le puede interesar: El pintor australiano Jonny Niesche, protagonista de la exposición anual de la Fundación Nave Salinas
Publicación anterior Todo listo para Apertura Madrid Gallery Weekend 2023
Publicación siguiente Semana de la Hispanidad 2023 con República Dominicana como invitado de honor
Publicaciones relacionadas
