Tres artistas jóvenes de tres continentes serán los protagonistas del pabellón del Vaticano, que acude por seguda vez a la Bienal de Venecia (9 de mayo al 22 de noviembre), visto el éxito del «desembarco» hace un par de años. No se trata de arte religioso, sino de arte con «alma». El presidente de la Biennale, Paolo Baratta, agradeció la nueva participación de la Santa Sede, comentando que «la primera comparecencia es acudir a una fiesta, la segunda significa que se cree en nuestra exposición”.
La responsable de Arte Contemporáneo de los Museos Vaticanos, Micol Forti, responsable artística del pabellón, afirmó que «esta vez hemos apostado por bajar la edad de los artistas, que están en la treintena, la cuarentena y la cincuentena, y acuden por primera vez a la Bienal». Los intérpretes del tema elegido para esta edición, «En el principio… la Palabra se hizo carne», son la colombiana afincada en Nueva York Monika Bravo, la macedonia afincada en Londres Elpida Hadzi-Vasileva, y el mozambiqueño Mario Macilau, que vive y trabaja en su país.
Monika Bravo utiliza pantallas de video y láminas de vidrio para superponer formas, colores y palabras, empleando técnicas digitales para crear contrastes y armonías entre el mundo de la palabra y el de la imagen.
Elpida Hadzi-Vasileva selecciona materiales biológicos y efímeros, incluidas pieles de animales o escamas de peces, para crear formas nuevas y posibilidades expresivas sorprendentes, pero sin caer en el «arte del desecho».
Mauricio Macilau, en cambio, es más convencional. Su aportación son fotografías artísticas en blanco y negro sobre los «niños de la calle» en Mozambique. Según Micol Forti, «no se trata de un reportaje, porque no presenta las imágenes con ojos de periodista, sino con visión de artista».
En la conferencia de prensa celebrada en el Vaticano, el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de Cultura, reiteró la voluntad de restablecer el diálogo entre arte y fe, que ha dado vida a grandes obras maestras a lo largo de la historia, pero tiene que recuperarse de la fractura de los últimos dos siglos. La Bienal es un punto de encuentro.
Fuente: abc.es
