Por Jaime Masó Torres
La Habana tiene un encanto
que pervive en su porfía,
de sólo acallar su llanto
con su amor y su alegría.
Pablo Milanés
Cuando este 7 de septiembre a las 9 de la noche, en el habanero teatro Karl Marx, el cantautor cubano Pablo Milanés nos ofrezca el concierto Mi Habana, más allá de disfrutar de su incomparable voz y la calidad de sus canciones— desde hace tiempo antológicas e inmensamente queridas—, podríamos pensar en los innumerables temas que diversos compositores, nacionales y extranjeros, han dedicado a la Ciudad Maravilla, próxima a cumplir 500 años.
Motivos para inspirarse hay miles: desde su arquitectura, el famoso malecón, los legendarios bares, las personas que aquí nacieron o, sencillamente, la gracia natural de quienes viven en la mayor capital de América Latina.
La Habana no necesita (aunque lo agradece) exageradas campañas publicitarias para que el foráneo la visite. Tampoco establece ningún pacto monetario con los artistas para que se le honre…Ella nada más, abre las puertas y ofrece al visitante lo que tiene y lo que sus hijos hacen por su conservación. En tierno toma y daca con sus amigos, emergen composiciones que forman parte del pentagrama musical del mundo.
Es posible que ante una rápida encuesta, algunos recuerden en primer lugar el tema Hoy mi Habana de José Antonio Quesada. Fue “La Negra” Xiomara Laugart, quien ha dado la vuelta al globo con dicha composición y esa voz que parece no tener fin. Clase magistral de interpretación, sobre la base de un discurso sentido.
… Habana, si mis ojos te abandonaran, si la vida me desterrara a un rincón de la tierra, yo te juro morirme de amor y de ganas, de andar tus calles y tus ciudades”, nos dice con total franqueza Gerardo Alfonso, otro indispensable de la música cubana. Otro ejemplo: En Habáname, el trovador Carlos Varela le habla frente a frente a la Ciudad de las Columnas: …mi Habana, si supieras el dolor que siento cuando te canto y no entiendes que este llanto es por amor.
Con su estilo “vanvanero”, Juan Formell y sus músicos sin temer a la exageración ni al discurso absoluto, se convierten en abogados cuando afirman que La Habana quiere ser la capital más bella de América Latina. Y lanzan al mundo otra ráfaga de apelativos: Havana City, Havana crazy, Havana Vieja, Welcome to the Capital.
Recientemente la trovadora Rita del Prado, cuidadosa al colocar una palabra, inteligente para decirlo todo en dos minutos y coherente en su creación, presentó dos temas que forman parte del proyecto Habaneros del Prado, de arquitectura y música, que comparten los hermanos Rita y Aníbal del Prado, en homenaje a los 500 años de la ciudad.
En Ceiba ritual, la cantautora, con espléndido razonamiento nos convoca a pedirle a la Ceiba este noviembre que traiga concordia, salud y suerte, que el Almendares corra transparente como los vitrales. Y nos reta cuando canta: labremos quimeras para algún mañana, por los nuevos hijos de la fiel Habana.
Mientras que en Ciudad con feeling, la nostalgia por el ayer, la evocación a un pasado también glorioso… ubican a la guitarra en una zona de privilegio, le devuelve el protagonismo que le otorgó aquel movimiento nacido en los finales de la década del cuarenta del siglo XX. Rita del Prado habla de José Antonio Méndez, El King, y le rinde tributo. Es tan sentimental Ciudad con feeling que, en menos de tres minutos, abraza con calidez cada imagen que se tiene en la memoria, sobre todo su andar habanero por La Rampa, que ya no es la misma de ayer, pero aún nos conduce sin prisa hasta el mar.
Al final de este recorrido, que es tan grande y viejo como la misma Habana, terminamos con Pablo que no es oriundo de la magna ciudad pero, como cientos de guajiros llegados de cualquier otro rincón, quedó deslumbrado y agradecido al mismo tiempo. Además de amar a esta isla, Pablo (que también se ha inspirado en nuestra ciudad natal, Bayamo), puso su verso a disposición de esta plaza obligada para los poetas. Es fiero en la comparación:
Es una Atenas con vida, una Roma multiplicada, / es la más linda del mundo, / mi ciudad idolatrada.
Con la nobleza de estos versos, mezclados con rumba, Pablo Milanés llega otra vez al Karl Marx este 7 de septiembre.