Por obra y gracia del cine, hay ladrones que suelen parecer ‘familiares’ y éste es el caso de Randall ‘Memphis” Raines (Nicolás Cage), quien para salvar al hermano menor, organiza el robo de 50 autos en solo una noche.
Sin embargo, de todos esos automóviles clásicos, deportivos y de lujo, que son íconos de la industria automotriz internacional, solamente uno de ellos: el Ford Mustang atesora el amor infinito de “Memphis”, un amor fatal que tiempo atrás lo llevó a la cárcel y esta vez, lo hará protagonizar una de las mejores y más sonadas persecuciones de Hollywood.
En la película de acción “60 segundos”, Nicolás Cage (“Memphis”) vuelve para rearmar su banda con sus viejos amigos: Angelina Jolie (Sara “Sway” Wayland), Robert Duvall (Otto Halliwell) y otros más nuevos, a pedido de su madre, temerosa por su hijo Kip (Giovanni Ribisi), que ha quedado en deuda con un peligroso criminal y teme por su vida.
“Memphis”, quien ya estaba retirado y trabaja como maestro de conducción para niños en una escuela de karting, se ve obligado a retornar su antiguo oficio para hacer lo que su hermano menor no pudo y, por si todo eso fuera poco, llevarlo consigo en la acción.
Comoquiera que la policía sospecha del inesperado retorno de “Memphis”, lo vigila y, con el propósito de confundir a sus vigilantes, nombran a cada automóvil como una mujer. Así el Ford Mustang de “Memphis” es Eleanor, al Aston Martin DB1, Bárbara; Bentley Azure, Laura; Cadillac El Dorado, Madelaine; Chevrolet Corvette, Pamela… hasta llegar a 50.
De las tantas peripecias ocurridas esa noche, la mejor (por supuesto) es la de Nicolás Cage con su Ford Mustang (Eleanor). En el filme fueron usados once Ford Mustang, de los cuales dos se convirtieron en chatarra y solo uno era realmente el Ford Mustang GT 500 de 1967. El resto eran modelos con maquillaje para tomas de primeros planos.
En las escenas donde se ve claramente a Nicolás Cage conduciendo el auto, quien maneja es un chofer profesional. El Mustang tiene dos timones, uno a la derecha con el cual maneja el chofer y otro falso a la izquierda, donde se sitúa el timón normalmente en USA. De esta manera aparece Nicolás Cage actuando y un pasajero ‘que conduce’.
Para la escena final del salto, se encargó a un piloto profesional, que perdió el control y terminó contra el muro de hormigón. El salto que aparece en el filme se hizo a 40 km/h y Eleonor aterrizó sobre cajas de cartón. El resto de la escena fue animada por computadora. El único Ford Mustang GT 500 de la película es el que, al final, regalan a “Memphis”, viejo y oxidado, que se maquilló también porque en realidad ¡era nuevo!
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