Estrenado en Los Ángeles, California, en junio del año pasado (2017), el filme de Edgar Wright (director y guionista) materializa una idea que tenía en mente hace más de dos décadas. Ésta es, para muchos, su película más ambiciosa, llena de acción, persecuciones, romance, buenos y malos, todo ello con una excelente apoyatura musical.
Baby Driver tiene como escenario la ciudad de Atlanta, en Georgia, USA, y un pelotón de estrellas donde sobresalen el joven Ansel Elgort en el rol de Baby (Miles es su verdadero nombre) y el veterano Kevin Spacey, en el papel de Doc, cerebro de todas las operaciones delictivas, en las cuales Doc organiza y Baby maneja el auto del escape magistralmente.
A este binomio protagónico, los une bajos intereses que parten del chantaje y utiliza para sus tropelías grupos criminales, donde destacan Jamie Foxx como Bats o León Jefferson III y Jon Hamm como Buddy o Jason Van Horn, alias o nombres respectivamente. Para el romance ‘bueno’ se eligió a Lily James, Deborah, catalizadora moral y pareja de Baby.
Y también hay un ‘romance malo’ (¿realmente existe un ‘romance malo’?), para el que se escogió a Eiza González, apodada Darling, de nombre Clavel Costello y pareja de Buddy. La estructura del guión, al que nada sobra, está complementado con un magnífico auto rojo: el Subaru Impresa WRX STI, conducido por Baby, el cual resulta imposible de atrapar.
El éxito de la película, que costó 34 millones y ha recaudado 121 (piensan en la saga: Baby II), fue apoyada, entre otros, por la marca nipona Subaru, que organizó muestras de cine para ver el filme, concursos y hasta pruebas de sus autos en circuito con pilotos profesionales. El Subaru Impresa WRX STI es un sedán deportivo con 230 CV de potencia.
La actriz inglesa Lily James (Deborah), declaró estar “impresionada por las dotes al volante de su compañero de reparto”, Ansel Elgort (Baby). Afirma que “entrenó tanto que se notaba que sabía lo que hacía”. Y luego confesó “la verdad es que me sentí muy segura todo el tiempo”. Cuando Doc le dice a la banda: Baby es el mejor en lo suyo y lo suyo es ser conductor en fugas, solo habría que añadir: al ritmo de la música de su mp3.
¿Su calidad? Tres nominaciones a Premios Oscar (2018), una a los Globos de Oro (2018) y dos a los Premios BAFTA (2018), de las cuales ganó una al BAFTA. Son 115 minutos de violencia, acción, intriga y romance con autos fantásticos, particularmente el Chevrolet Impala convertible de color rosado (un clásico de 1958) con el que Deborah espera Baby. ¡Imperdible!