Hace casi ocho años se inició la acción performática más importante de los últimos treinta años en República Dominicana. Solo a un genio creador polifacético como Thimo Pimentel —médico, fotógrafo, ceramista, dibujante, arqueólogo, coleccionista, investigador, caricaturista y gestor cultural, Premio Nacional de Artes Plásticas 2016— se le puede ocurrir semejante proyecto, cuyo alcance va más allá de un performance clandestino o la realización de obras de cerámica para su posterior exposición pasiva.
El artista realizó —con la técnica del rakú— una serie de más de ciento cincuenta piezas de cerámica inspiradas en los cilindros de Gudea y los cilindros mayas, que recuerdan lejanamente los drenajes pluviales de barro de la antigua capital dominicana. Todas son originales, numeradas y firmadas por él. Las escondió en lugares emblemáticos. Era necesario acceder a las pistas colocadas en su página de Facebook, descifrarlas, llegar antes que otros a su ubicación exacta y reclamar la pieza.
Thimo Pimentel utiliza la ciudad de Santo Domingo como lienzo. Los cilindros, además de ser cada uno una obra de arte independiente, sirven de excusa para enseñarnos la ciudad que él ama. Al participar se aprenden cosas nuevas: cultura dominicana, historia, geografía y anécdotas. Se hacen alianzas estratégicas y nuevas amistades para descifrar las enigmáticas pistas y salir, muchas veces en la noche, solos o en grupo, a buscar piezas. La acción promueve el coleccionismo, muy pocos de sus seguidores serían capaces de vender sus obras, aunque las tengan repetidas.
Los adicthimos, buscadores de las piezas de arte furtivo que ha escondido Thimo Pimentel en Santo Domingo, Punta Cana, Santiago de los Caballeros, Baní, La Habana, Nueva York, Buenos Aires, Ciudad México, París, Cuzco, Beijing, las Cataratas del Niágara… no duermen hasta encontrar solución a las pistas: son obsesivos compulsivos. Al examinar con detenimiento sus colecciones, nos damos cuenta de su calidad de diseño y ejecución.
Thimo —nombrado en octubre de 2019 miembro de la Academia internacional de Cerámica— explica: «Las piezas son parecidas, pero cada una es diferente. Más que nada puedes conocer a nuevos amigos y disfrutar con toda la familia de un entretenimiento sano donde la salud física y mental es importante». El Premio Nacional de Artes Plásticas dominicano celebra en grande el octavo aniversario de Arte Furtivo con una exposición de cerámicas pertenecientes a las colecciones de los seguidores del proyecto. Más de cien de las más exclusivas piezas están en exhibición en el Museo de la Cerámica Contemporánea MCC.
El doctor cubano Jorge Ulloa Hung, profesor investigador del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, ofrece un análisis detallado sobre los procesos de formación artística de Thimo Pimentel y su contribución a la formación de las identidades culturales dominicanas: «Su cerámica revela influencias de las raíces culturales indígenas a través del manejo de sus técnicas, formas, motivos, leyendas y mitos, que se convierten en su caudal constante de inspiración y que generan una manera de representación implícita y auténtica. A través de ella, el artista no solo valoriza esta parte de la historia y la cultura popular dominicana, sino que la convierte en un motivo de búsqueda de los orígenes y las conexiones culturales de lo dominicano con el resto del Caribe y del mundo».