Posiblemente la Bienal Nómada Europea, Manifesta, que en esta ocasión se celebra en la Barcelona metropolitana en su 15ª edición, no es lo suficientemente conocida por el público, pero en realidad es muy importante en el desarrollo del arte y la arquitectura contemporánea, sobre todo por su efecto renovador y de buscar nuevas maneras de tratar diferentes aspectos relacionados con los problemas que actualmente afectan al ser humano como son el cambio climático, las desigualdades de signo económico y social, además de otras situaciones que atañen a la movilidad y a los requerimientos naturales.
Por ello esta bienal sirve como punto de inflexión desde una perspectiva crítica que permite ir más allá de los problemas habituales que asolan las ciudades y su entorno más inmediato como, por ejemplo, todo aquello que afecta al área metropolitana, que no nos olvidemos forma parte del tejido urbano de cualquier ciudad europea, y por tanto es necesario que se pueda intervenir en su progreso, principalmente desde una perspectiva artística y que exista una renovación tanto sociológica como ecológica que, de hecho, es lo que pretende la bienal.
A diferencia de las anteriores ediciones la protagonista no es solamente la ciudad de Barcelona sino también su región metropolitana a través de once ciudades lo suficientemente importantes, tanto por el número de sus habitantes como por los espacios que sirven para entender y comprender mejor sus infraestructuras socioculturales a nivel global que, gracias a la intervención de un gran número de arquitectos, investigadores, artistas y urbanistas, permiten comprender mejor la movilidad y los requerimientos naturales que precisa cualquier ciudad europea.
Es cierto que la provincia de Barcelona tiene cinco millones de habitantes y problemas de toda índole, por lo que se trata de descentralizar aquello que afecta al conocimiento y la cultura de una capital tan absorbente como es la catalana. Por ello se ha considerado conveniente que se estudien e investiguen diversas temáticas como “el crecimiento y el decrecimiento, la protección del medio ambiente, la protección y la recuperación, así como también las transformaciones ecológicas y sociales necesarias en los nodos interconectados que el equipo de Manifesta ha identificado” que, en este caso, inciden en lugares como son el cauce del río Besós, el delta del Llobregat, la sierra de Collserola –la montaña que observa la ciudad- y el Vallés –una comarca adyacente al Barcelonés-.
A diferencia de las anteriores ediciones el actual proyecto de Manifesta se centra más en el cambio sociológico que en el artístico -aunque este tiene una gran importancia-, debido al auge de diversos procesos que podríamos considerar descentralizadores que ayudan a que exista una colisión que permita comprender y entender mejor la pluralidad de las propuestas que se plantean.
Las tres zonas o clústeres temáticos de la región metropolitana tienen una serie de singularidades diferentes del resto, ya que originan un conjunto de cambios de signo urbanístico que en un futuro, más o menos cercano, mostrará el modo de establecerse en un lugar concreto.
Las tres temáticas principales son Imaginando futuros, Cuidar y ser cuidados y Equilibrando conflictos. La primera temática se desarrollará en las Tres Chimeneas que se encuentran ubicadas en el litoral entre las ciudades de Barcelona y Sant Adrià de Besòs, y que comprende Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Mataró. De hecho, se puede considerar el denominado eje del Besòs, las localidades de Badalona, Montcada i Reixac, Sant Adrià del Besòs y Santa Coloma de Gramenet, en las cuales transcurre el rio Besòs, así como los distritos barceloneses que están cercanos al rio: Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí.
En todo este territorio viven un millón de personas, o lo que es lo mismo, el 30% de toda la población del área metropolitana y el 12% del conjunto de Catalunya. En realidad, el eje del Besòs es una zona que ha sufrido la crisis económica en diversos momentos, ya que en su territorio hay un gran número de fábricas que han desaparecido o bien se han desplazado a otras ciudades. Por otro lado, el Besós es un enclave importante y necesario para entrar en Barcelona desde las comarcas del Vallés y del Maresme, tanto a nivel viario como ferroviario.
Las Tres Chimeneas formaban parte de una antigua central térmica de electricidad que tenía una producción muy alta respecto a otras centrales térmicas. A pesar de que la generación de electricidad beneficiaba al conjunto del área metropolitana, también sufría lo que hoy se considera como daños colaterales, ya que provocaba un gran impacto en el medio ambiente que incluso en el año 1983 fue declarada como “zona atmosférica contaminada”.
Por ello y teniendo en cuenta que delante de las Tres Chimeneas hay dos kilómetros de costa, se quiere revertir esta situación anómala y convertirla en un nuevo barrio con viviendas de tipo social, además de otras actividades económicas a les que se le añadiría un parque-delta que revitalizaría el final del río.
Las actividades artísticas y otros eventos que se llevarán a cabo en este complejo postindustrial que, en palabras del periodista Miquel Molina, director adjunto del periódico “La Vanguardia”, el enclave es como “la catedral laica de Barcelona”, solamente ocuparan una tercera parte del espacio.
El segundo clúster se centra en el gran pulmón de la ciudad, o sea “una incubadora donde cuidar y ser cuidado”. Se trata de una zona denominada como parque central metropolitano, en la que conviven nueve municipios que tienen aproximadamente dos millones de habitantes pero que reciben 3,5 millones de visitantes cada año. La sede principal se halla en el Monasterio de Sant Cugat del Vallés.
La ciudad de Barcelona se encuentra entre el mar y la montaña. La montaña forma parte del macizo de Collserola que es un parque natural de 8.300 hectáreas, además se trata de una reserva de salud y ciclos naturales. Pero junto a Collserola existe la zona del Vallés donde se encuentran algunas de las ciudades más importantes de Catalunya: Sabadell, Granollers y Terrassa.
El Monasterio de Sant Cugat del Vallés es una antigua abadía benedictina del siglo IX que se finalizó cinco siglos más tarde, donde se pueden contemplar diversos estilos arquitectónicos: románico, gótico, renacentista y barroco. El claustro del siglo XII alberga el Museo de Sant Cugat.
El tercer clúster se titula Equilibrando conflictos, siendo la sede principal la Casa Gomis/La Ricarda, ubicada en la zona del Delta del Llobregat, que corresponde a los municipios de El Prat y L’Hospitalet, así como una parte de Barcelona.
La zona del Delta tiene un gran interés ambiental a pesar de haber sufrido diversas modificaciones y alteraciones a lo largo de los años como, por ejemplo, la construcción del aeropuerto que ha ocasionado una serie de problemas en el funcionamiento de su ecosistema, ya que han ido desapareciendo poco a poco varios espacios naturales que se han ido sustituyendo por otros urbanizables.
Dentro del territorio del Delta -en pleno paisaje natural- se encuentra el aeropuerto y al lado mismo la Casa Gomis, popularmente conocida como La Ricarda. Se trata de un edificio de gran valor arquitectónico, de estilo racionalista, construida por el reconocido arquitecto Antoni Bonet Castellana.
La sede de Manifesta 15 Barcelona Metropolitana, está situada en la antigua editorial Gustavo Gili, que también es de estilo racionalista y que fue premiada con el Premio FAD (Fomento de les Artes Decorativas) de Arquitectura el año 1961. En 2016 la editorial dejó de cumplir la función de publicar libros. Ahora sirve como centro de reunión de Manifesta 15, donde se proyectan archivos basados en el colonialismo y sus consecuencias posteriores, así como de los diferentes movimientos contraculturales derivados del franquismo hasta llegar a la democracia, entre los cuales destacan la renovación educativa y pedagógica catalana.
Fotos: © Manifesta 15 Barcelona Metropolitana / Helena Roig
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