La Huerta de San Vicente: un verano de 25 años

En medio de esta crisis sanitaria que golpea al mundo, la Huerta de San Vicente, de Granada, cumple 25 años como Casa-Museo dedicada a la obra del gran poeta y dramaturgo español Federico García Lorca. Y como la mayoría de los eventos culturales en tiempos de coronavirus, la celebración está teniendo lugar en plataformas digitales.

Para la ocasión, se ha estrenado un canal de YouTube que ofrecerá información y publicaciones sobre las actividades, exposiciones, representaciones teatrales o conciertos organizados en torno a la obra y figura de Lorca. De momento, se han publicado intervenciones del alcalde de la ciudad, Luis Salvador; del poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; del Premio Nacional de Literatura Rafael Guillén y de Laura García Lorca, presidenta de la Fundación Federico García Lorca.

En la que fuera residencia de verano de la familia García-Lorca, Federico pasó sus últimos diez años de vida; incluidos los días previos a su detención y asesinato. En ella escribió importantes obras como Así que pasen cinco años (1931), Bodas de sangre (1932), Yerma (1934) o El diván del Tamarit (1931-1936), inspirado quizás por la paz del lugar y su exuberante flora, especialmente por el olor de sus jazmines, que aun hoy trepan por las paredes de la casa para meterse en su habitación.

“Ya estoy en Granada… Vivo en la preciosa huerta de San Vicente, llena de jazmines y rosales. Un aragonés no puede nunca saber del dolor de cabeza producido por las flores en la noche andaluza. Del jardín sube a mi cuarto un aire divinamente irrespirable…”, escribiría en una tarjeta postal a su amigo José Bello, en agosto de 1926.

Tras los asesinatos de Lorca y de Manuel Fernández-Montesinos (alcalde de Granada y esposo de su hermana Concha), en agosto de 1936, la familia permaneció dos años refugiada en la Huerta. Al acabar la Guerra Civil se marchan a Estados Unidos, dejando la propiedad bajo el cuidado de una prima, Carmen García, que la habitó durante los años cuarenta y cincuenta.

En los setenta, el avance de la ciudad sobre la vega casi la hace desaparecer, pero las protestas de intelectuales y artistas, encabezados por Francisco García Lorca, hermano del poeta, lograron salvarla.

El 1985, la Huerta de San Vicente, incluyendo sus casi dos hectáreas de tierra, las dos casas anexas y el mobiliario original que había podido conservarse, pasó a ser propiedad del Ayuntamiento. En 1992 se inauguró el Parque Federico García Lorca, con una extensión de diez hectáreas, entre la calle Arabial y la Autovía de Circunvalación. Finalmente, el 10 de mayo de 1995 fue abierta al público como el primer lugar dedicado a la vida y la obra del poeta en la ciudad de Granada.

Según su sobrina Laura García Lorca, quien fuera su directora entre 1995 y 2005: “Este lugar maravilloso conserva el ambiente de aquellos años. Se puede uno fácilmente imaginar la vida familiar durante los veranos”; siguen allí el escritorio del poeta, el gramófono, el piano de media cola, el diván, las mecedoras y las sillas Thonet, una reproducción de “La primavera” de Botticelli, el espejo con marco art decó…